El sujeto quedó libre, ya que le dieron una pena en suspenso. Le prohibieron acercarse y comunicarse con la víctima.
La sentencia fue leída ayer al mediodía en el Palacio de Tribunales de General Pico. El condenado es un plomero de 64 años de edad.
La condena llegó a través de un acuerdo presentado en una audiencia de juicio abreviado celebrada el 16 de mayo pasado, al que arribaron el fiscal Luciano Rebechi, los defensores particulares Hugo Santamarina y Fernando Guevara. El imputado lo firmó en conformidad con lo pautado y reconociendo la autoría de los hechos, mientras que la madre del menor y el asesor de menores, Fabián Allara, prestaron su conformidad con la salida alternativa.
El sexagenario confesó “haber contactado en reiteradas oportunidades por medio de la red social ‘Facebook’ al menor de 14 años de edad, enviándole mensajes en los que le decía que lo quería mucho, que lo extrañaba, que lo quería ver, enviándole íconos de corazones, esto con el fin de cometer una acción de índole sexual”.
Además, reconoció “haber abusado sexualmente en reiteradas oportunidades, mediante tocamientos con su mano en la pierna, en sus partes íntimas y en la cola del menor, aprovechando la circunstancia que éste se encontraba realizando trabajos con él. Los hechos mencionados ocurrieron dentro del vehículo del imputado, como así también en los lugares donde realizaban trabajos juntos”.
Tras analizar las pruebas presentadas, que convalidan lo admitido por el abusador en el acuerdo firmado, el juez de control Alejandro Gilardenghi falló condenando al imputado “como autor material y penalmente responsable de los delitos de abuso sexual en carácter de delito continuado y ciber acoso sexual infantil (‘Grooming’), en concurso real (…) a la pena de un (1) año de prisión de ejecución condicional o en suspenso”.
Por otro lado, por dos años, el magistrado le impuso como reglas de conducta la prohibición de acercamiento a no menos de 200 metros de la vivienda de la víctima, así como le prohibió comunicarse por cualquier vía. También le ordenó que haga un tratamiento psicológico.
Por último, dictaminó que la condena sea remitida al Registro de Procedimiento y Notificación de Antecedentes de Condenados por Delitos contra la Integridad Sexual.