Dolor por la pérdida de Juan Hardoy

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7 Marzo, 2017 a las 11:17 hs.

Falleció a los 80 años. Llevaba 34 trabajando en la Liga Pampeana.



El día parecía cerrar como uno más, caía la tarde y era un lunes más, entre papeles y planillas, las habituales que deja cada domingo.

El repaso con sus compañeros de trabajo, las charlas, el mate siempre listo y esa sonrisa que lo caracterizaba cuando uno entra a la Liga y había un ” Buen día Juan” para los de más confianza, y aparecía el ” Como le va Don Hardoy” para quienes no hacia tanto comenzaron a transitar los pasillos de la Liga Pampeana.

“Hicieron el edificio conmigo adentro” solía bromear don Juan.

Poseedor de una memoria prodigiosa, se acordaba detalles de equipos, jugadores, clubes, historias que para muchos ya habían quedado en el olvido, en las atesoraba en la memoria.

Aquellas épocas de gloria de la Pampeana  pasaban una tras otra cual diapositivas por su mente. A veces, entre los repliques de las teclas de la vieja Remington que usaba para escribir, don Juan no era muy adicto a la tecnología, eso es para los mas jóvenes decia en medio de una sonrisa un tanto socarrona…solía contar anécdotas y viejas historias futboleras que hacían las delicias de quienes escuchaban atentamente.

El regreso de la democracia en Argentina, marco el momento en que entro a trabajar en la Liga Pampeana.  Desde aquel entonces, a hoy, era como su casa. Del ayer a hoy, fue partícipe necesario y casi diríamos obligatoria de todas las cosas que pasaron por la liga. Los vaivenes del futbol que tanto amaba, las desazones, los festejos de cada campeonato, los días de andar a las corridas para cerrar algún pase, conocedor de cada detalle que lo rodeaba, hombre de confianza de muchos, honesto como pocos. Tipo derecho diría algún amigo tanguero.

Era el secretario administrativo de la Liga Pampeana…no…en realidad, así figuraba. Era la voz de consulta de los tantos directivos que han pasado. Parte del Libro Gordo de Petete de los delegados nuevitos de los distintos clubes, que entraban con más cara de susto que otra cosa creyendo que era algo así como l laberinto de los lamentos. Pero, si así lo veían, al otro lado estaba Juan. Con la mirada tranquila que lo caracterizo siempre…aunque no era tan fácil de arrear el hombre, tenía su carácter…si lo habrán comprobado algunos en momentos que lo han visto enojado…pero era así, el del eterno abrazo y su “que haces pibe, como estas”, aunque el pibe ya estuviera un tanto crecido y tuviera chapa de dirigente.

Ese Juan que nosotros conocimos, tendría sus defectos también, si así fue, no aprendimos a dilucidarlo. Por esas cosas del amor al futbol se lo quería tal como era. Por ahí en alguna frase de esas que solo las personas grandes y con vasta experiencia están capacitadas y autorizadas a expresar, dejaba entrever su amor por la familia…era parte de su tesoro que guardaba en la cajita de cristal dentro de su mente y de ese inmenso corazón que un día dijo basta.

Pero eso si…sus amigos eran sagrados. Algunos, incluso quienes lo han acompañado por años en su querida Liga pampeana, porque en ese orden interno, no había jefaturas, se manejaba en un marco de confianza y aprecio, como él lo recordó muchas veces cuando a la memoria le venía la figura de Don Pedro Giménez, tal vez, el hombre más fuerte que allá tenido la pampeana…sisi, el mismo que estaba inaugurando en Coloso del barrio Talleres allá por el 83…qué casualidad no?? el mismo año en que Juan, comenzaba a dar sus primeros pasos dentro de la Liga.

En más de 3 décadas, demasiadas cosas pasaron en el marco del futbol de la pampeana, entre gritos de gol, peleas, ascensos y descensos, cenas cargadas de bromas y reuniones abarrotadas de proyectos.

Siempre estuvo, a veces, simplemente observando que pasaba con los ” nuevos muchachos” que están empezando a trabajar en las comisiones de los clubes.

Una de las características de Don Juan, era tener siempre una lapicera en la oreja…se reía de eso pero ” siempre hay que tener algo a mano para escribir, y que no se pierda” solía bromear.

Hay demasiado por decir de un hombre integro como lo fue El. Aunque todos sabemos que hay momentos en que las palabras sobran.

Una tardecita de marzo su corazón futbolero dijo basta…y el ultimo adiós se lo dio en el lugar que tanto amaba, su Liga Pampeana, dejando a quienes tendrán la tarea de suplantarlo, sus consejos, sus historias…o parte de ellas…su sapiencia, el modo respetuoso de dirigirse siempre a quien lo saludaba pero por sobre todas las cosas, su enorme corazón volcado de manera integra al deporte que tanto amo.

Hoy, el futbol de La Pampa despide a uno de sus valores más importantes. Había dejado alguna gambeta hacía muchos años, pero seguía transitando la cancha como si fuese antaño.

Se fue Juan. En realidad, no lo volveremos a ver entrando a la liga. Deja un legado demasiado importante a quienes siguen en carrera. Y serán ellos los encargados de que esos valores enmarcados en la hombría de bien, jamás se pierdan.

Adiós ” Don Hardoy”…con el mayor de los respetos, el futbol de La Pampa lo despide. Descanse en paz