Tras un incendio la familia Bustamante se quedó sin su comercio, su medio de vida. Necesitan una mano para volver a levantarlo.
Hasta el cansancio se repite que los piquenses son solidarios y efectivamente es así. Cada vez que toma estado público el caso de alguna persona que necesite una mano amiga, sobran los que se pongan el overol para trabajar y acercar la ayuda necesaria.
Ese espíritu de buen samaritano es característico de los vecinos de General Pico, que ya comenzaron a ayudar al conocer la noticia del incendio y total destrucción de la parrilla y local de venta de artesanías que afectó a la familia Bustamante.
Firmas locales y privados acercaron materiales para la reconstrucción del local, además de herramientas para que su dueño pueda seguir con su medio de vida, la carpintería. Inclusive algunos donaron elementos que serán sorteados en una rifa, cuyos números pueden adquirirse llamando al (02302) 15539028 o acercándose a la “Rotonda de Trebolares”, ubicada en el cruce de la Ruta Provincial Nº 1 y la Avenida de Circunvalación “Juan Domingo Perón”.
Es importante remarcar que los Bustamante no se quedaron sentados lamentándose por lo ocurrido, sino que le pusieron el pecho y salieron a buscar ganarse el dinero que les permita recuperarse. De hecho pudo observarse a varios de los integrantes de la familia comercializando ayer sandwichs y gaseosas, aprovechando la espera de cientos de vecinos por la llegada de Julián Kozac.
Si bien se les viene dando una mano, todavía falta mucho, por lo que será bienvenido quien tenga algo para aportar y colaborar en la reconstrucción del local incendiado intencionalmente. El sueño de las víctimas es reabrir a finales de febrero, que lo cumplan o no en gran parte será responsabilidad de nuestra comunidad.