(Segunda Parte) Facilitación de la llegada y permanencia de potenciales vectores de enfermedades zoonóticas.
* Facilitación de la llegada y permanencia de potenciales vectores de enfermedades zoonóticas
La ausencia de comederos y bebederos apropiados en los caniles y el depósito de las bolsas de alimento en habitaciones que permiten el acceso de estas alimañas, otorgaron un medio de alimentación constante a las mismas. Asimismo, el enterramiento de objetos de plástico y madera en el suelo, la falta de manejo del arbolado y el pastizal que cubre algunas zonas de las instalaciones, como la presencia de un depósito de autos en desuso (comando de secuestro policial) aledaño al predio, generaron un territorio de anidación, ideal para las madrigueras de estos roedores, que ofician como potenciales vectores de enfermedades parasitarias e infecciosas. En su momento (teniendo en cuenta los años del predio) la ausencia de actividades preventivas, la ignorancia en el manejo del medioambiente, y el cementerio automotriz, que hace de pared con el predio, potenciaron la proliferación de estas alimañas hasta niveles de alerta.
Esto se ha ido paliando con un plan de desinfección mensual, intentando traspasar el osario mecánico, que lo limita y lo agrava.
* Situaciones de estrés y comportamientos agresivos
El asilo canino, fue creado bajo una situación de emergencia, de manera que no fue planificado siguiendo las medidas estándares propuestas por los especialistas en Bienestar Animal de la OIE (Organización Mundial de Sanidad Animal), quienes determinaron que una instalación para asilo de un perro no debería tener menos de 4 m2 de superficie total, para ejemplares de menos de 20 kg, y no menos de 8 m2 para perros de más de 20 kg. En el caso del refugio canino municipal de Gral. Pico, cuenta con habitáculos para perros cuyo área promedio es de 3 a 4 m2, no siendo este un perímetro suficiente para perros de tamaño grande, y en virtud de los residentes del refugio, en su mayoría. Esto genera situaciones de estrés, que desencadenan comportamientos agresivos y peleas en los animales, llevándolos esta situación, en muchas oportunidades, a la muerte de varios ejemplares.
El objetivo es disminuir y alcanzar un “REFUGIO 0”, y esto solo lo lograremos reconociéndonos como sociedad, RESPONSABLES de las causas. Un espacio de esta índole, no surge como política pública de un gobierno, para solucionar un problema. Surge de la necesidad de dar
respuesta a la irresponsabilidad e insensibilidad del hombre, que no se reconoce COMPROMETIDO con el prójimo.
REFLEXION. El objetivo de estas publicaciones es proporcionar una información correcta acerca de, donde estamos parados como comunidad, y cuál es nuestra realidad, respecto a esto que llamamos problemática de sobrepoblación canina.
Brindar una orientación acerca de cómo evaluar la necesidad del manejo de las poblaciones caninas y cómo decidir sobre el enfoque más eficaz y que mejor aproveche los recursos para manejar la población de una forma humanitaria.
Ser conscientes de que la condición, la composición y el tamaño de las poblaciones caninas varían significativamente dentro y entre diversas realidades y que no existe un método único que funcione para todas las situaciones.
De tal manera, amparamos la fuerte necesidad de una valoración y consideración inicial de todos los factores potenciales pertinentes para decidir y trabajar en una solución posible.
“El único concepto considerado universal, es la necesidad de un programa apropiado que se enfoque en “las causas” y no solamente en tratar el síntoma llamado “sobrepoblación de perros”.( Guía para el Manejo Humanitaria de Poblaciones Caninas: ICAM)”.
Equipo de trabajo SECTOR CANINO
General Pico, 25 de julio de 2016