Lo hicieron en la Plaza Seca, en contra del cuantioso aumento en los servicios básicos.
Así como se dio en simultáneo en las principales ciudades argentinas, más de cien vecinos de General Pico se dieron cita en la plaza ubicada en calles 17 y 20. Hubo representantes de organizaciones sociales, de derechos humanos, gremiales y políticas de varios partidos, que junto a ciudadanos comunes expusieron su disconformidad para con los aumentos que golpearon considerablemente los bolsillos de la clase baja y media.
El referente del Sindicato de Trabajadores de la Educación de La Pampa y de la Central de Trabajadores Argentinos, Cristian Rosso, comentó que “los vecinos piquenses, como los vecinos de todas las ciudades de la Argentina, se manifiestan en contra de esta política de ajuste y este tarifazo, que hace un meya muy profunda en el poder adquisitivo de todos los ciudadanos. Tal vez a algunos no les toca porque les sobra demasiado, pero para quienes vivimos de un salario, una jubilación o un ingreso menor es un disparate el aumento que se ha producido y en servicios básicos que al población necesita consumir”.
“Estamos lejos de las expresiones del presidente, porque nadie derrocha la energía porque quiere, porque la tiene que pagar. La política va totalmente en contra de lo que nosotros pensamos, que los recursos estratégicos tiene que estar en manos del Estado, que tienen que ser abundantes y baratos, Argentina tiene capacidad para poder hacerlo”, sostuvo.
“No queremos ser siempre los que paguemos los platos rotos de la boda”, reclamó el docente, quien remarcó que la inflación registrada desde noviembre de 2015 a la fecha “licuó todos los acuerdos salariales”, por lo que vislumbró una posición más combativa de los gremios de cara a las negociaciones para el segundo semestre del 2016.
