Renovada la oferta turística, la localidad recibe centenares de visitantes que buscan tranquilidad y un contacto directo con la Naturaleza.
Una villa que apareció a partir de la represa hidroeléctrica instalada a la vera del Río Colorado en el sudoeste pampeano actualmente se esfuerza por convertirse en un centro turístico de calidad. Con 180 habitantes aproximadamente, su posición estratégica que interconecta la Patagonia con el centro y Norte del país resulta vital.
Se ha ido desarrollando esta pequeña localidad comunal hasta el punto de ofrecer diversas actividades. En parte, hay que reconocerle a Alberto Ramón Campo la visión: fue pionero de la propuesta y se encargó de armar el lugar. Hoy en día hay hotel, cabañas y un camping disponible para recibir a los turistas. La localidad cuenta con un restaurant muy bien ubicado y con buenos precios. Proveeduría, parador, parrillas disponibles y posta sanitaria para cualquier emergencia.
“El otoño es la mejor época, por los colores y por el clima agradable” supo decir Campo, aunque este año se redobló la apuesta y se realizó la temporada de verano por primera vez, dado que “en años pasados el lago estaba tan bajo que no se podían habilitar las playas. El saldo fue muy positivo”.
La propuesta para disfrutar plenamente la zona consiste en la “Ecobarda”, un proyecto que inició un profesor de educación física. Consiste en un sendero de interpretación de la flora y fauna de Casa de Piedra. Un recorrido informativo de unos 25-30 minutos que hace valorar y reconocer la diversidad autóctona que todo el poblado quiere preservar. El caso emblemático es el Yauyin, planta autóctona que es todo un símbolo de la localidad.
Además de dicho recorrido, se pueden realizar actividades náuticas y transitar por varios caminos de trekking que desembocan en impresionantes miradores donde se logra apreciar la belleza del Río Colorado o los cisnes negros que allí se congregan con toda su majestuosidad. Así, Casa de Piedra es una alternativa ideal para pasar un fin de semana tranquilo, en contacto con la naturaleza.
Chacra Catena-Zapata
Con tierras fértiles por la cercanía al río, se pueden ver cultivos de nogales, olivos, granada (se están haciendo ensayos a partir que se determinó que la zona era apta para su cultivo) y uvas. De hecho, muy cerca del casco urbano se pueden encontrar viñedos de diversos tipos de varietales.
“Se han realizado muy buenas vendimias y los productores están muy contentos con los vinos que se han conseguido realizar” afirma Campo en relación a la empresa Catena-Zapata, que hace vinos de alta gama. Productos hechos con uvas malbec que se encuentran en las 26 hectáreas de viñedos. Las instalaciones se encuentran a 1500 metros del lago, por lo que se presta a conocer y realizar sabrosas degustaciones.
Distancias desde centros urbanos de mayor envergadura
La cercanía estratégica a la zona de Alto Valle hace que los turistas no sean únicamente oriundos de La Pampa. Por el contrario, gente de Neuquén capital (148km desde Casa de Piedra) o General Roca, Río Negro (108km) es frecuente cruzarse en la villa. Sin embargo, a pesar de que las distancias a las principales localidades pampeanas sean mayores (General Acha, 280km; Santa Rosa 380km; General Pico, 508km) no deja de renovarse la propuesta de visitar una pequeña localidad turística donde se puede entablar un vínculo especial con la Naturaleza.