Una persona que sería de apellido Ruíz no tuvo una buena semana. Antes de ayer protagonizó un accidente de tránsito cuando su auto se incrustró entre un camión y un acoplado. Ayer lo condenaron a dos años y ocho meses de prisión en suspenso por hallarlo responsable del delito de abigeato agravados por haber sido cometido con un menor. Había llevado a su hijo adolescente a robar un lechón.
La sentencia fue firmada por el juez de Audiencia Fabricio Losi y leída en horas de la mañana de ayer. Ruiz, empleado municipal, tiene otra causa abierta por robo de combustible, aún no resuelta.
La condena surgió de un acuerdo de juicio abreviado al que llegaron el representante legal del hombre, el abogado particular Armando Agüero, el defensor oficial Walter Vaccaro, la fiscal Verónica Campo y el asesor de Menores Fabián Allara.
El hecho ocurrió el 17 de junio de este año. Un vecino observó como dos personas se llevaban un lechón de unos 6 kg de peso de la chacra La Campiña, sita en calle 276. Personal policial ubicó el vehículo descripto por el testigo, una Surán color bordó (el auto que el jueves quedó atrapado entre el camión y el acoplado), en intersección de calles 217 y 266. Comenzó la persecución hasta inmediaciones de calles 6 bis y 35.
Allí se bajó el hijo y se lo detuvo cuando se le escapaba de entre sus brazos el lechón. Los vecinos del lugar cascotearon al patrullero policial y a los uniformados. Tanto esta persona como su hijo reconocieron haber robado el animal y estuvieron de acuerdo con la pena solicitada, que es la mínima en la escala penal.