Diez años de prisión para padrastro abusador

thumb image
3 Diciembre, 2015 a las 21:24 hs.

El juez de Audiencia Carlos  Pellegrino condenó hoy a un hombre de 38 años de edad a diez años de prisión por abusar sexualmente de la hija de su pareja desde los 8 años hasta los 15 años de edad. La víctima lo denunció a los 20 años, cuando tomó coraje para enfrentar un juicio. Estuve presente en el mismo e inclusive declaró adelante del violador.



La joven relató que desde los 8 a los 10 años de edad fue abusada semanalmente por el padrastro. Luego se fue a vivir a la casa de sus abuelos, y los delitos entonces se cometieron en forma esporádica, cuando iba a visitar a su madre.

En el fallo se indicó que la chico “denunció por miedo que le pasara lo mismo a sus hermanos u otra persona”, ya que su madre tuvo tres hijos con el violador.

Las violaciones comenzaron alrededor de los ocho años, poco después que su madre se fuera a vivir con el hombre. Antes había sido testigo de borracheras y golpizas contra su progenitora.

El hombre aprovechaba cuando la mujer se iba los fines de semana a trabajar de lavacopas en un bar de la ciudad y quedaba solo con la niña. Cuando la madre se quedaba sin trabajo y por lo tanto permanecía en la casa, el hombre cesaba con sus acosos. 

La niña no solo sufría las violaciones, sino también el abandono de parte de su madre y padrastro, ya que solía pasar hambre y estar sin ropa ni zapatillas, por lo que los abuelos le ofrecieron irse a vivir con ellos. La pequeña no dudó.

Sin embargo, tras una ruptura de dos o tres meses, volvió a visitar a su madre cada fin de semana. Cada momento que tenía oportunidad, el violador aprovechaba para volver a acosarla. La chica lo odiaba y esperaba que su madre se separara, pero nada decía de lo que estaba viviendo.

En el fallo, el juez Pellegrino indica que la víctima “habló con la psicóloga, no entendía por qué se calló tanto la boca, se enojaba consigo misma, ella le dijo por el miedo a que matara a su mamá, fueron constantes las veces que le golpeó, el miedo que le hiciera algo a ella.

Recién el año pasado se animó a contar a su abuela lo que había vivido, y ésta y otros familiares la convencieron de denunciar al hombre para evitar que le ocurriera lo mismo a sus hermanitos.

Se sorprendió, no lo podía creer, lloraba y le decía cómo no decía nada, como se había callado tanto tiempo, le pidió que no contara nada, que le daba vergüenza que la gente supiera, no quería que hiciera nada, dijo que bueno, no haría nada, ella estaba impactada por lo que le contaba, no iba a hacer nada porque le tenía miedo a él”.

Las secuelas en la víctima fueron terribles, sobre todo en la adolescencia. Emponderada, se animó a denunciar e inclusive estuvo presente en el debate, declarando e imputándole el sufrimiento que había padecido ella y su madre.

Ahora deberá pasar diez años tras las rejas.