Un profesional de 37 años de edad, oriundo de la provincia de San Luis, fue condenado hoy por el juez Florentino Rubio a prisión en suspenso por morder a su pareja en el 2013 y luego golpearla en el 2014, cuando ya estaban separados. Además le impuso varias reglas de conducta a cumplir durante dos años.
El juicio por estos casos se desarrolló el pasado 7 de septiembre, a raíz de una investigación de la fiscal Ivana Hernández. El defensor oficial Guillermo Costantino asesoró al condenado.
El hombre fue hallado culpable primero por un hecho ocurrido el 23 de enero de 2013, alrededor de las 22:30 horas en el domicilio donde convivía con su por entonces pareja, con quien discutió acaloradamente. Luego la mordió fuertemente en los labios provocándole “escoriaciones en las mucosas de ambos labios, escoriaciones en región sublabial central y edema de labios”.
Luego, el 7 de abril de 2014 a las 00:15 horas, ya estando separado, fue nuevamente al domicilio de su ahora ex mujer, quien le permitió el ingreso para charlar. Estando en la habitación, pretendió quitarle el celular a la víctima, quien se opuso, por lo que le apretó fuertemente los brazos, la golpeó en el pecho y arrojó sobre la cama. En esa ocasión le provocó “hematomas en ambas muñecas, región anterior de ambos brazos y hematoma en región precordial intermamaria”.
Por ello falló condenando al imputado “como autor material y penalmente responsable de los delitos de lesiones leves calificadas – legajos nº 8.802 y nº 15.216- en concurso real, a la pena de siete meses de prisión en suspenso y costas, imponiéndole como reglas de conducta a cumplir durante el plazo de dos años: a) Fijar residencia y someterse al cuidado de un patronato, b) abstenerse de acercarse a menos de 200 metros de la víctima y de comunicarse por cualquier medio con ella, y c) someterse, en caso que resulte necesario y eficaz, a un tratamiento médico psicológico en orden a prevenir episodios de violencia”.