El gobernador de La Pampa, Sergio Ziliotto, rompió el silencio en medio del escándalo denominado “Criptogate”. A través de su cuenta en la red social X (ex Twitter), el mandatario pampeano acusó al presidente Javier Milei de ser “decisivo” para que se concrete la millonaria estafa con la criptomoneda denominada $Libra.
En su mensaje, Ziliotto fue contundente:
“Está claro que se ha cometido una estafa millonaria e internacional. Está claro que sin la participación del presidente no se hubiera consumado. Su rol fue decisivo”.
De esta forma, el gobernador responsabilizó directamente al jefe de Estado por la maniobra con la criptomoneda, que habría perjudicado a inversores de distintas provincias y hasta trascendido las fronteras nacionales.
“No fue el único responsable”
Ziliotto también señaló la existencia de otros actores que habrían permitido el avance de esta presunta estafa:
“También debe quedar claro que, para que ésta y otras acciones sucedan, debieron existir otras complicidades, porque a Milei se le dieron herramientas para que logre la suma del poder público y actúe cada vez con más arbitrariedad, sin límites y caprichosamente sin considerar su investidura presidencial”.
Además, el gobernador cuestionó el uso de instrumentos legales que, a su criterio, habilitaron el accionar presidencial:
“¿Qué pensaron que iba a hacer Milei con la Ley de Bases, las facultades delegadas y la vigencia del DNU 70/23? Milei es el mismo de siempre, genuino, pero con superpoderes”.
“El daño está a la vista”
En su publicación, Ziliotto advirtió sobre las consecuencias que, según él, se agravan tanto en el plano económico como en el institucional y social:
“El daño institucional, económico y social de su gobierno está a la vista. Y si hablamos de daño, las repercusiones internacionales asustan, pero más sus consecuencias”.
Asimismo, el mandatario sostuvo que la provincia que gobierna no fue cómplice de estos hechos:
“Duele -y mucho- esta realidad. El único, aunque pequeño, consuelo es que no somos cómplices. Y no solo falta transparencia, faltan límites, ley y democracia”.
Escándalo cripto: la fallida promoción de Milei que desató el “Criptogate”
El presidente Javier Milei quedó envuelto en una fuerte polémica tras promocionar públicamente el pasado viernes 14 de febrero una criptomoneda denominada $Libra. A través de su cuenta en la red social X (ex Twitter), el mandatario difundió el proyecto asegurando que serviría para “incentivar el crecimiento de la economía argentina, fondeando pequeñas empresas y emprendimientos”. Sin embargo, en apenas unas horas, la moneda se desplomó y su comercialización resultó ser, según las primeras investigaciones, una estafa millonaria.
Un lanzamiento fugaz
Milei publicó el mensaje a las 19:01 (hora local), con enlaces tanto a la página oficial del proyecto como al contrato del token, que operaba en billeteras de la cripto Solana. En su posteo, aseguró que “El mundo quiere invertir en Argentina”, alentando así a miles de interesados a volcarse a la nueva criptomoneda que, según su promoción, ayudaría a financiar a PyMEs locales.
La repercusión no tardó en llegar: la demanda explotó y en cuestión de minutos se movilizaron millones de dólares, generando un breve furor por $Libra. Sin embargo, el entusiasmo se transformó rápidamente en pánico cuando el valor de la criptomoneda se desplomó en tiempo récord.
La retractación de Milei
Hacia la medianoche, Milei borró el tuit original y publicó un nuevo mensaje en el que se desligó de la iniciativa que había promocionado horas antes:
“Hace unas horas publiqué un tweet, como tantas otras infinitas veces, apoyando un supuesto emprendimiento privado del que obviamente no tengo vinculación alguna. No estaba interiorizado de los pormenores del proyecto y luego de haberme interiorizado decidí no seguir dándole difusión (por eso he borrado el tweet)”.
El presidente aprovechó para cuestionar a quienes pidieron un juicio político en su contra por este hecho, a los que calificó de “ratas inmundas de la casta política” y aseguró que estos reclamos fortalecen su convicción de “sacarlos a patadas en el culo”.
El trasfondo de la estafa
Según informó el portal La Política Online, el origen de esta presunta estafa millonaria se remonta a un encuentro en octubre del año pasado entre Milei y el empresario cripto Julián Peh. El contacto se habría concretado gracias a la intervención del vocero presidencial Manuel Adorni y con el visto bueno de Karina Milei, la hermana y asesora de confianza del presidente.
Peh es el dueño de KIP Protocol, la empresa responsable de crear $Libra, un token que el Gobierno presentó como un proyecto destinado a financiar PyMEs argentinas. El desenlace fue muy distinto: se estima que la maniobra habría perjudicado a más de 44.000 pequeños inversores de todo el mundo y que la suma de fondos desviados supera los 80 millones de dólares.
Una pirámide clásica
Los primeros análisis sobre la operatoria de $Libra indican que se trató de una estafa piramidal clásica. El 84% de los tokens estaba en manos de tan solo 10 usuarios, quienes, a la hora de la verdad, drenaron los fondos a sus propias billeteras cripto. Así, habrían vaciado gran parte de la inversión inicial, dejando a miles de pequeños inversores con pérdidas millonarias.
En este marco, la Justicia Federal avanza con una investigación que podría salpicar a varios funcionarios y colaboradores cercanos al presidente. Se especula con posibles citaciones a declarar para Milei y los responsables de KIP Protocol.
Un nuevo frente de conflicto
El episodio ha generado un fuerte rechazo en la clase política y en amplios sectores de la sociedad, que cuestionan el rol del presidente en la promoción de proyectos de inversión de dudosa reputación. Distintos líderes de la oposición exigen explicaciones y, en algunos casos, han reclamado la apertura de un juicio político para Milei.
Por el momento, el presidente sostiene que no participó en la gestión interna del proyecto y que simplemente brindó su respaldo público sin conocer los detalles. Sin embargo, las presiones para que asuma responsabilidades son cada vez mayores, y el denominado “Criptogate” podría convertirse en uno de los mayores escándalos de la gestión Milei.