Cuando el deber llama: la vocación inquebrantable de los bomberos

Cuando el deber llama: la vocación inquebrantable de los bomberos
13 Febrero, 2025 a las 13:00 hs.

Eran la 01:10 de la madrugada. Así llegaban los bomberos al cuartel para acudir a un incendio. La sirena rompe el silencio. No importa la hora, no importa el día. En la madrugada, a plena luz del sol o cuando la noche cubre la ciudad, ellos responden. Son los bomberos voluntarios, aquellos que dejan lo que están haciendo, interrumpen su descanso o una reunión familiar, y corren al cuartel. Llegan en moto, en auto, incluso en bicicleta, con la misma premura, con la misma urgencia de siempre.

La vocación de servicio está por encima de cualquier pensamiento o expectativa. No hay titubeos ni dudas, cada uno sabe cuál es su labor. Se colocan el uniforme, se equipan y esperan la orden del responsable. No hay espacio para la improvisación. La preparación y el entrenamiento constante se reflejan en la precisión de cada movimiento, en la coordinación de cada acción.

No es solo una tarea, es un compromiso. Un compromiso con la comunidad, con los vecinos, con quienes confían en que, cuando el fuego o el peligro acecha, ellos estarán allí. En cada salida, en cada operación, demuestran su sentido de pertenencia a una institución que está arraigada en el corazón de los piquenses.

El cuartel es su segundo hogar, la hermandad entre ellos es inquebrantable. Son compañeros, pero sobre todo, son una familia que enfrenta lo peor para cuidar a los demás. Y así, sin importar la hora, el frío o el calor, sin importar cuánto sueño o cansancio acumulen, responden al llamado. Porque ser bombero no es solo una elección, es una forma de vida.

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