La transformación demográfica de General Pico: tres pirámides que reflejan tres décadas de cambios

La transformación demográfica de General Pico: tres pirámides que reflejan tres décadas de cambios
1 Febrero, 2025 a las 08:00 hs.

En un contexto de variaciones constantes en la dinámica de la población argentina, General Pico ofrece un ejemplo claro de cómo la estructura etaria de una ciudad puede transformarse en apenas unas décadas. A partir de los datos censales disponibles para los años 2001, 2010 y 2022, se vislumbran tendencias de natalidad, envejecimiento y distribución por sexo que invitan a reflexionar sobre las políticas públicas y los desafíos a futuro.

Una base cada vez más angosta: el descenso en la natalidad

La comparación entre las tres pirámides poblacionales deja a la vista un progresivo estrechamiento de la base, conformada por los grupos de menores de 10 años.

  • En 2001, el grupo de 0 a 4 años llegaba a cifras superiores al 4 % en ambos sexos (4,44 % hombres y 4,52 % mujeres).
  • En 2010, se observó un ligero descenso (4,04 % y 4,11 %, respectivamente).
  • En 2022, la caída se hace más notoria: apenas 3,20 % de varones y 3,00 % de mujeres en el primer tramo de edad.

Este descenso en la base evidencia que nacen menos niños año tras año, reflejando una baja en la tasa de natalidad que se ha acentuado con el paso del tiempo. Aunque esta no es una tendencia exclusiva de General Pico —pues se registra también a nivel provincial y nacional—, sí se torna palpable al ver cómo esos niveles porcentuales se reducen en cada censo.

Más adultos en edad productiva: el ensanchamiento del centro

El otro rasgo destacado es el crecimiento de la población en edad laboral, es decir, entre los 25 y los 44 años.

  • En 2001, los porcentajes para estos grupos promediaban entre 3,0 % y 3,5 % por tramo, en cada sexo.
  • En 2010, se aprecia un leve incremento, con grupos que ya alcanzan entre 3,2 % y 3,7 %.
  • En 2022, estos tramos se consolidan con porcentajes que rondan o superan el 3,7 % en hombres y mujeres, llegando hasta el 3,9 % en ciertos grupos (por ejemplo, de 35 a 39 años).

Este ensanchamiento en los estratos centrales indica que la ciudad cuenta con un contingente de personas en plena actividad productiva, lo que, de mantenerse y estar bien aprovechado, puede traducirse en desarrollo económico, aumento de la demanda de vivienda y mayor consumo de bienes y servicios.

Un envejecimiento moderado pero en ascenso: la cúspide que gana presencia

Aunque aún se mantienen proporciones modestas en los grupos mayores de 70 años, estos han ido incrementándose con cada censo.

  • En 2001, el tramo de 80 a 84 años apenas rondaba el 0,8 % en hombres y 0,9 % en mujeres, y por encima de 85 años los valores eran incluso más bajos.
  • Hacia 2010, esos grupos se acercaban al 1 %.
  • Para 2022, si bien siguen representando una parte pequeña del total, la cúspide de la pirámide deja ver un ligero ensanchamiento en torno al 1 % o un poco más, lo cual reafirma la tendencia al envejecimiento y la mayor longevidad de la población.

Si a este fenómeno se le suma la disminución de los nacimientos, se configura un escenario de menor recambio generacional y una proporción creciente de adultos mayores que requerirán atenciones y servicios específicos (salud, cuidado domiciliario, centros de día, etc.).

Cifras globales y desafíos

Para el año 2022, la ciudad alcanzó los 67.138 habitantes, lo que indica un aumento en términos absolutos a lo largo de estas dos décadas. Este crecimiento, sin embargo, no se distribuye de manera uniforme por edades: mientras la base se reduce, los grupos adultos y mayores van ganando terreno.

Este cambio en la estructura de la pirámide demanda de las autoridades municipales y provinciales la implementación de políticas de mediano y largo plazo que contemplen:

  1. Fomento de la natalidad o, al menos, de la protección integral de la niñez, dado que el recambio generacional se presenta más débil.
  2. Apoyo a la población joven y adulta en materia de empleo y formación, dado que constituyen el grueso de la fuerza de trabajo.
  3. Servicios para adultos mayores, que irán en aumento ante la prolongación de la esperanza de vida.

La comparación de las pirámides de 2001, 2010 y 2022 pone en primer plano una ciudad que crece, pero con un ritmo de nacimientos a la baja y una mayor proporción de población adulta y mayor. El panorama a futuro demanda una planificación que equilibre la promoción de la familia y la infancia, el acompañamiento a los sectores productivos en expansión y la atención a los requerimientos de una población envejecida. Solo así, General Pico podrá encarar exitosamente los desafíos derivados de esta transición demográfica y asegurar un desarrollo humano sostenible para las próximas décadas.

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