La provincia de La Pampa enfrenta una situación preocupante: la paralización total de las obras del segundo tramo del Acueducto del Río Colorado, un proyecto estratégico para el abastecimiento de agua potable en varias localidades del norte provincial. Desde febrero de este año, la construcción ha sido interrumpida debido a la falta de pago por parte del gobierno nacional, situación que ha derivado en el retiro de maquinarias y herramientas del sitio.
El proceso de desmantelamiento fue confirmado a INFOPICO.COM por fuentes oficiales, quienes señalaron que “hay una cuestión que realmente nos preocupa y está suspendida”, confirmó Pascual Fernandez. El testimonio también dejó entrever el malestar por la decisión del gobierno nacional de suprimir el ENOHSA (Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento), una institución clave para el financiamiento de obras de agua y saneamiento en la provincia. Según Fernandez, el ente mantiene una deuda de más de seis mil millones de pesos con La Pampa.
Ayer, dos camiones de la empresa Supercemento comenzaron a cargar contenedores, tanques y maquinaria, incluyendo retroexcavadoras, para ser trasladados a otro destino. Las imágenes de los carretones con los equipos listos para salir a la ruta simbolizan el vaciamiento de los obradores y el freno definitivo de los trabajos, que hasta hace poco contaban con la labor de aproximadamente 25 operarios.
Un proyecto largamente esperado, pero truncado
La obra del segundo tramo del Acueducto del Río Colorado había sido diseñada para conectar a Santa Rosa y General Pico, y para llevar agua potable a otras localidades como Winifreda, Eduardo Castex, Monte Nievas y Metileo, que actualmente dependen de fuentes subterráneas. Este proyecto, ideado desde 2005 y enmarcado en el Plan Nacional de Agua Potable y Saneamiento, tenía como objetivo atender a una población proyectada de 158.000 habitantes para el año 2037.
El plan preveía la construcción de un conducto principal entre Santa Rosa y General Pico, así como de nuevas ramificaciones hacia futuros acueductos secundarios al norte de Santa Rosa. También incluía la edificación de cisternas de reserva en varias localidades, como una de 5.000 metros cúbicos en Eduardo Castex, y estaciones de cloración para asegurar la calidad del agua.
Sin embargo, a pesar de los compromisos asumidos en 2023 por el gobierno nacional para financiar la obra, la situación política y económica ha cambiado drásticamente. La asunción del presidente Javier Milei y la implementación de un plan de ajuste en la obra pública han generado un panorama incierto para este proyecto esencial para el norte pampeano.
La alerta temprana y las repercusiones locales
El gobernador de La Pampa, Sergio Ziliotto, ya había expresado su preocupación en enero por la falta de financiamiento que afectaba a las obras nacionales en la provincia. En ese momento, la construcción del acueducto avanzaba lentamente y la posibilidad de un freno definitivo comenzaba a vislumbrarse. Finalmente, en febrero, la obra se paralizó completamente debido a la falta de pago de los certificados a la empresa constructora, compuesta por la Unión Transitoria de Empresas (UTE) integrada por Supercemento SAIC, Rovella Carranza SA, CPC SA y C&E Construcciones SA.
La situación de los trabajadores también ha sido crítica. En los últimos días de febrero, el secretario general de la Uocra, Roberto Robledo, informó sobre la retirada de los operarios, que sumaban unos 25. “Están sacando a todos los trabajadores”, había señalado Robledo, confirmando la gravedad de la situación.
El impacto de la eliminación del ENOHSA y el futuro incierto
La eliminación del ENOHSA por parte del gobierno nacional ha sumado un nuevo obstáculo para el desarrollo de proyectos hídricos en La Pampa. Este organismo era fundamental para la financiación de obras como el acueducto, ya que se encargaba de coordinar el Plan Nacional de Agua Potable y Saneamiento. Su desaparición, sumada a la deuda de más de seis mil millones de pesos que el ente mantiene con la provincia, deja al proyecto del Acueducto del Río Colorado en una situación muy delicada.
Con el retiro de maquinaria y la suspensión de las obras, el sueño de abastecer de agua potable a las localidades del norte pampeano parece alejarse. La falta de claridad sobre el destino de los fondos comprometidos y la ausencia de una estrategia para retomar los trabajos han generado incertidumbre y preocupación en las autoridades provinciales y en la población afectada.
El Acueducto del Río Colorado, que prometía ser una solución definitiva para la escasez de agua potable en la región, hoy se encuentra detenido, sin perspectivas claras de reanudación. La salida de los camiones cargados de maquinaria es la última señal visible de un proyecto que, por ahora, queda en pausa.