Esta mañana, en Cipolletti, se realizó la audiencia de cesura en la cual Pablo Parra fue condenado a cadena perpetua por el femicidio de Agustina Fernández en Cipolletti. Él quedó en prisión preventiva (que cumple desde diciembre de 2022) en la Alcaldía de Cipolletti hasta que quede ejecutada la condena y será el Servicio Penitenciario el que defina el lugar donde cumplirá su sentencia.
En esta instancia, la defensa recurrió a una “reserva de impugnación del veredicto del jurado”. Algo que los abogados de Parra justificaron diciendo que se trata de un veredicto contrario a prueba, el jurado solo expresa lo que define y no los motivos.
Los abogados de Parra pidieron impugnar el veredicto del jurado popular: “consideramos que el veredicto es equivocado”.
Mientras que el abogado querellante, Emanuel Roa Moreno, afirmó a Diario Río Negro: “La única pena razonable, justa y posible es la condena perpetua. Fue un acto de violencia innecesario. No tiene otra explicación más que el no entender que estaba (Parra) frente a una mujer libre (Agustina)”.
Agustina fue atacada por Parra en el departamento que él alquilaba, ubicado en la planta baja de un complejo de Cipolletti. La joven pampeana de solo 19 años, sufrió traumatismos de cráneo y una fractura en una mano.
El 5 de julio del 2022, murió en el Hospital de Cipolletti como consecuencia de esos ataques.