En plena parálisis de la Legislatura pampeana producto de la decisión de la oposición de no dar quorum para tratar proyectos como el enviado por el gobernador Sergio Ziliotto para reanudar las obras nacionales paralizadas en la provincia por el gobierno de Javier Milei y con deudas de Nación por 4 mil millones de pesos y medio millar de trabajadores despedidos llama la atención treinta y un proyectos presentados por diputados del PRO pidiendo mayor presencia del estado y más obra pública.
Lo curioso no es su labor parlamentaria y la variedad de temáticas de sus proyectos, sino que los diputados del PRO realizan solicitudes al gobierno provincial para que esté más presente ante la ausencia nacional. Parece mentira que el año pasado durante el ballotage convocaban a sus votantes a votar por Javier Milei, quien afirmaba que el Estado era una organización criminal y que si al mercado no le interesaba realizar una obra en un pequeño pueblo entonces la misma era “moralmente reprochable”.
En pleno ajuste impuesto por el gobierno nacional a las provincias, los diputados del PRO Laura Trapaglia, Matias Traba, Lucas Lazarik, Enrique Juan, Celeste Rivas y Noelia Viara, presentaron alrededor de treinta proyectos -en lo que va a de 2024- solicitando a la provincia obras para diferentes localidades, en su mayoría donde gobiernan intendentes de su color político. Como si se hubieran dado cuenta que estaban en “el lado equivocado de la motosierra” los diputados piden un acceso para las salinas grandes de Macachín, dos accesos para la Colonia 25 de Mayo y una base de operaciones transitorias, una colectora y una rotonda para Victorica. También solicitan que el gobierno provincial instale cámaras de vigilancia en tres de los barrios más paquetes de Santa Rosa.
También resulta contradictorio con los principios que propugna el gobierno que co-conduce la Libertad Avanza y el PRO en dos iniciativas. La primera solicita a la Provincia que arbitre los medios necesarios para que el correo argentino vuelva a abrir en 25 de mayo (Justo cuando se discute su nueva privatización en el Congreso Nacional y siendo que anteriormente había sido comprado y vaciado por el Grupo Macri) y la segunda pide al Gobierno Nacional que gestione ante el Ente Nacional de Telecomunicaciones para mejorar el servicio de telefonía móvil de Dorila.
Si se quisiera ser más positivo, la gran ventaja de vivir en Dorila y no tener señal en el celular puede ser no enterarse de los proyectos que presentaron sus diputados.
Sarcasmo aparte, es para hacer un cuadrito de la doble vara; en sus discursos dicen que el estado tiene que dejar de ser el “opresor del sector privado”, pero cuando tienen que ejercer como diputados, le piden todo al sector público.
Para que se entienda más fácil, estamos en presencia del nuevo populismo de derecha, versión pampeana.
