Aunque no te gusten las matemáticas y te inclines por las asignaturas de humanidades, sigue siendo útil aprender matemáticas. Esta ciencia ayuda a los escolares a desarrollar el pensamiento lógico y analítico y a mejorar la memoria. A los adultos que hace tiempo dejaron la escuela atrás, tampoco les viene mal, al menos de vez en cuando, resolver tareas y ejemplos matemáticos para calentar el cerebro.
Un ejemplo que puede inducir al error. Basta con no prestar atención a un signo matemático importante para que la respuesta correcta se disuelva entre tus manos. Te aconsejamos que te fijes lo más posible en las acciones de este problema. Recuerda lo que te enseñaron en el colegio en las clases de matemáticas.
Por supuesto, lo primero que hay que hacer en estos ejemplos es empezar a resolver con las acciones entre paréntesis. Primero realizamos la multiplicación: 2 * 0 = 0. Luego la suma: 2 + 0 = 2. Después, multiplicamos lo que obtenemos entre paréntesis por el número que tienen delante: 2 * 2 = 4. Luego hacemos la suma del principio del ejemplo: 2 + 4 = 6. La última acción no tiene sentido, porque ahí obtendremos 0. Por lo tanto, la solución del problema es 6.
