El abogado defensor de la jueza, Ana Clara Pérez Ballester, pasó por los micrófonos de “La Redacción” luego de la absolución.
Pablo Rodríguez Salto aseguró estar muy conforme a nivel profesional y personal con el resultado: “el único mérito que me atribuyo en esta defensa fue haber confiado en que mi clienta tenía razón y haberlo dicho desde el primer momento, en febrero de este año, cuando comenzó este derrotero judicial. Desde entonces, siempre dije públicamente, en principio bastante en soledad, y en el último tiempo creo que la fuerza de la verdad y de las pruebas logró convencer, no solo a los que debieron dictar la sentencia, sino a la opinión pública”.
Sobre la mediatización del caso, el abogado resaltó que “los medios nacionales aprovecharon a ser más amarillismo que periodismo y por eso se instaló una imagen y una idea en muchas personas, incluso en gente de bien, que se vio convencida por titulares que no tenían relación alguna con lo que sucedió. Desde ese punto de vista fue muy difícil llevar el proceso adelante”.
“Este caso jurídicamente era sencillo, el problema era la presión de la opinión pública y de los medios de comunicación porque nosotros sabíamos que las pruebas eran contundentes para demostrar la inocencia de las funcionarias”, sostuvo y, sobre el momento de la lectura del fallo, dijo que “fue una sensación un poco de desahogo, otro poco de sacarnos la presión de encima, porque fue un año durísimo, especialmente para ella (Pérez Ballester), que tuvo que soportar acusaciones injustas; y de mi lado también me quité una mochila muy difícil de llevar: pasé muchas noches durmiendo muy poco, replanteándome muchas ideas a nivel personal, si iba a poder ayudar a que la verdad triunfara y por suerte se dio lo que tenía que darse”.
¿Cuáles fueron los argumentos que crees que convencieron al jurado?
“Los mismos que dije desde un comienzo: uno es que al momento de actuar, no había ningún indicador de violencia que las funcionarias pudieran conocer y quedó totalmente demostrado en el debate porque nadie les dijo nada porque nadie sospechaba ningún tema de riesgo; y otro punto es que las actuaciones de las funcionarias fueron iguales a las decisiones que toman el resto de los tribunales pampeanos en similares circunstancias, y eso también quedó demostrado porque todos los Juzgados de Familia de la provincia le informaron al jurado que actúan de esta forma”, definió Rodríguez Salto.
