Pico en los ochenta: los bares que recordamos todos

Pico en los ochenta: los bares que recordamos todos
25 Diciembre, 2023 a las 10:00 hs.

Bar, confitería, café… Se llamaran, o los bautizaran, como fuera, eran los lugares de salida y de reunión en el centro de General Pico. Sobre todo para los jóvenes. En los ochenta, y no solo en esa década, era el lugar para ir el sábado a la noche cuando se salía a pasear al centro o en la nochecita del domingo para finalizar el fin de semana. La juntada antes del boliche o, si había alguno abierto, adonde se iba en la madrugada.

El año pasado cerró el último de esa estirpe de esos bares que habían quedado algo anacrónicas frente a cervecerías y bares más modernos: la confitería O’lar, en la calle 20. Había abierto sus puertas en 1970 y duró 52 años.

Pero no fue el único. Si por algo los recordamos, es porque en esos bares-confiterías, y era casi una norma de todos, se comía el más maravilloso sándwich: el lomito. Hablamos, por supuesto, de los bares, y no de restaurantes, como Júpiter o La Rueda. No hace mucho en el grupo de Facebook “Yo iba a Butterfly” se inició una conversación sobre el tema. Tenía que ser en Facebook, lugar de cincuentones y ochenteros.

¿Cuáles son los más recordados de General Pico? Por supuesto estaba El Munich en la 17 entre 20 y 22. Recordamos en otra nota al Bar Suizo, que había incorporado los videojuegos. Era sobre todo el lugar de los pooles. Allí tal vez se comían los mejores lomitos. Y los más caros. Al lado del Cine Teatro Pico, teníamos a Bigotes, que abrió sus puertas en 1982.

También se recuerda a Momentos, que después se convirtió en Antú Piñén. Rubén Iglesias comentó en el grupo: “Antes y después del boliche Butterfly, Antu Piñen, de Tito Carabajal. Los mozos Cato y Cabuchi Villalba. Solo se cambiaba ir antes si había algún partido importante (el clásico de los sábados a las 21 horas) y hacíamos campamento en el viejo Quo Vadis (El Tití en la barra, Sánchez y Miguel en las mesas)”. Quo Vadis fue otro de los lugares, y Oasis. El pub Rojo y Negro en la 22 y 17. No puede faltar Lemans, de Ricardo Beccaría y sus hamburguesas, en la calle 15 casi 22. Beccaría recuerda: “El Rafa estaba en la barra y Teresa Tula y mi sobrino Alejandro eran los sangucheros”. Mario Bosio rescató: “Las hamburguesas las ‘fabricábamos’ en la carnicería Venturucci, yo era empleado de Pichén Caraffini. Le vendíamos hamburguesas a todos los bares del centro: Antü Piñén, Salón Rojo, Quo Vadis, O’lar…”.

A mediados de los ochenta una novedad fue la hamburguesería D’light en la calle 17, donde funcionaba Bigotes. Una especie de McDonald’s o Pumper Nic muy local, decorado de blanco con caños amarillos, recordó Héctor Scanci.
Otro que se recuerda de esos años fue el de la Galería de Pico Football Club. Toda una novedad para la época, ubicado en un primer piso sobre el paseo que se había abierto debajo del edificio en la principal cuadra comercial de la ciudad. Fue una moda ir a tomar algo ahí.

Otra confitería, que también perdura pero que no era exactamente como los bares era la del Hotel Pico. O por supuesto, el Salón Rojo de Independiente, algo más formal que el resto de los bares.

Por supuesto que es una lista muy a la pasada y que el lector terminará de darle forma con sus propios recuerdos y vivencias. Me quedo con uno mío, todavía un chico, de la primera vez, creo que mi primera vez, que comí en uno de esos bares: El Munich. Ingresar por la puerta vidriada, con el local lleno, un domingo a la nochecita, junto a mi papá. Seguro que fue para compartir. También me queda la sensación de la gente paseando en la vereda, o charlando adentro. Y cuando me trajeron el lomito a la mesa y lo pusieron delante. Nunca había probado uno. La memoria, más emotiva que sensorial a estas alturas, me lo recuerda como algo único. Un ritual iniciático. Me quedo con ese recuerdo. Saboreándolo.

NGA

En esta nota hablamos de:

Noticias Relacionadas:

Pico en los 80: las frases que mataban mil

Cada generación tiene su manera de comunicarse. Tanto de manera verbal como gestual. Frases que quedan grabadas como marca de una época. Y los ochen...

10 marzo a las 10:00