En una reciente revelación por el Censo Nacional 2022, la Ciudad de Buenos Aires (CABA) ha emergido como el distrito con el índice más alto de envejecimiento poblacional en Argentina. Con un indicador que alcanza los 117 puntos, se confirma que el 17% de los porteños son mayores de 65 años, poniendo de relieve la transformación demográfica que está experimentando la nación.
El envejecimiento poblacional no es exclusivo de la CABA; otras provincias como Santa Fe, La Pampa y Córdoba también presentan una alta proporción de adultos mayores, aunque ninguna supera el 12%. Este fenómeno plantea una serie de desafíos sociales y económicos que requieren la atención inmediata de los planificadores y legisladores.
El censo, que también arrojó luz sobre la distribución de la población por tipo de jubilación, sugiere variaciones significativas en las prestaciones sociales entre las provincias. Mientras que en Tierra del Fuego, un sorprendente 87% de la población no recibe jubilación ni pensión, CABA presenta el mayor porcentaje de personas que solo reciben jubilación, con un 14%. Este contraste es un reflejo de las disparidades socioeconómicas dentro del país y pone de manifiesto la necesidad de una política de jubilación más equitativa.
Además, el censo destacó que la categoría “Solo pensión por fallecimiento” es mayor en Corrientes y La Pampa, con un 7%. Mientras que los que reciben tanto jubilación como pensión por fallecimiento son una minoría en todas las provincias. Estos datos no solo tienen implicaciones para la planificación de los recursos de jubilación, sino que también señalan la importancia de los sistemas de apoyo para las personas mayores.
La pregunta que surge es cómo Argentina, y en particular la CABA, se preparará para abordar las necesidades de una población que envejece rápidamente. Los resultados del censo deben actuar como un catalizador para el desarrollo de políticas inclusivas que abarquen desde la salud y vivienda hasta la asistencia social, considerando las tendencias demográficas actuales y futuras.
Mientras el país observa una proporción cada vez mayor de sus ciudadanos entrando en la tercera edad, el desafío será garantizar que las políticas no solo atiendan las necesidades inmediatas, sino que también sean sostenibles a largo plazo. La pandemia de COVID-19 ha expuesto la vulnerabilidad de las personas mayores, destacando la urgencia de una acción colectiva y compasiva.
Los datos del Censo Nacional 2022 son una llamada de atención. No solo demuestran la necesidad de una evaluación crítica de las políticas actuales, sino que también invitan a la reflexión sobre cómo la sociedad argentina valora y cuida a sus mayores. En un mundo que envejece, las decisiones que se tomen hoy resonarán en las generaciones futuras.
En un reciente informe del INDEC correspondiente al censo 2022, la región de la Patagonia se ha destacado por presentar el crecimiento poblacional más significativo de Argentina en los últimos doce años. Con un incremento promedio del 21,5% en su población, la Patagonia, conocida por ser una de las áreas más extensas y menos pobladas del país, está experimentando una transformación demográfica notable.
Tres provincias de la Patagonia Argentina entre las que marcan el crecimiento poblacional del país
Según los datos definitivos del Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2022 publicados por Infobae, la provincia de Tierra del Fuego lidera la tabla con un sorprendente 46% de aumento en su población. Le siguen otras provincias patagónicas como Neuquén y Santa Cruz, con incrementos del 28,9% y 23,1%, respectivamente, superando con creces la variación promedio nacional que se sitúa en el 14,4%.
El auge poblacional en estas provincias se atribuye a una combinación de factores económicos y laborales que han atraído a residentes de otras regiones. “El crecimiento de la Patagonia se debe a oportunidades económicas y laborales, así como a la búsqueda de mejores condiciones de vida”, afirma el especialista Camisassa, del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC). Este fenómeno sugiere un cambio en el patrón de asentamiento y podría tener implicaciones significativas para el desarrollo de infraestructuras y servicios en la región.
Mientras tanto, las provincias de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) muestran los menores aumentos, con un 12,2% y 8% respectivamente, lo que podría indicar una tendencia de descentralización poblacional hacia regiones anteriormente menos habitadas.
El panorama demográfico que se despliega ante los ojos de la nación plantea interrogantes sobre cómo se adaptará el país a estos cambios. La distribución desigual del crecimiento poblacional podría ser un motor para políticas públicas orientadas a fomentar un desarrollo más equilibrado a lo largo y ancho del territorio argentino.
(Fuente: INDEC, Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2022. Resultados definitivos. Publicación de Infobae.)
