En Córdoba, una mujer que no puede caminar sufrió el robo de su vehículo mientras retiraba pastillas contra la diabetes. “Alquilamos la casa en la que vivimos, es imposible que nos compremos otro auto”, dice.
Patricia está en silla de ruedas y lanza un pedido desde su absoluta desesperación: “Nos quitaron nuestro medio de movilidad. Mi marido tiene problemas en sus manos, yo soy discapacitada, ambos cobramos una pensión. Es imposible que podamos volver a comprar un auto”, explicó.
La mujer denunció que el pasado lunes, cerca de las 9 de la mañana, se dirigió junto a Antonio, su esposo, al Hospital de Córdoba para retirar unos medicamentos en la farmacia.
“Estacionamos el Ford Taunus modelo 82 a la vuelta. Lo dejamos sobre una esquina. Cuando salimos de la farmacia el auto no estaba. Le preguntamos a un trapito que nos conoce y nos dijo que no vio nada, que tampoco había pasado ninguna grúa”, expresó Patricia a TN.
La mujer relató que continuaron preguntando en la zona del Barrio Pueyrredón para saber si algún comerciante o vecino había visto algo. La respuesta de todos fue la misma: “Nada”.
“Lo compramos en 2015 y no lo pudimos asegurar porque ninguna compañía quiere hacerlo. Como es un auto viejo no nos quieren brindar un seguro. Así que nos da miedo andar por la calle, pero tenemos que hacerlo porque lo necesitamos para ir al hospital o la farmacia”, destacó Patricia.
Y continuó: “El lunes fui a retirar una medicación diabética, porque además de mi discapacidad motriz soy hipertensa y sufro diabetes. Es la primera vez que nos pasa algo así. Una vez nos abrieron el Taunus y nos robaron algunas cosas, pero eran materiales. En este caso es distinto. Me arruinaron la vida”.
Patricia radicó la denuncia en la Comisaría 8va. de Córdoba. A los policías que la atendieron les expresó con claridad: “No quiero que atrapen a nadie, solo quiero que encuentren el auto. O que difundan, para que sepa quién lo robó, que por favor lo deje en el lugar en el que estaba estacionado”.
El asiento de acompañanante en el que viaja Patricia fue adaptado por su marido para que pueda trasladarse con mayor comodidad: “Le puso una corredera más amplia. Permite que pueda tirar el asiento para atrás, e incluso levantarlo así estoy en una mejor posición cuando me siento”, contó Patricia.
“Me sacaron todo, porque encima mi marido siempre lleva las herramientas en el baúl por si se descompone el auto. Es mecánico e intenta arreglarlo para no quedarnos en la calle. Es por es que llevamos la silla de ruedas en el portaequipaje, porque el baúl siempre está ocupado. Gracias a Dios la silla la estaba usando”, dijo Patricia.
La mujer detalló que ambos cobran una pensión y que entre ambos no ganan más de $150.000: “Yo debería cobrar mucho más, pero pedí varios préstamos en Anses para renovar los alquileres, así que últimamente cobro cerca de $50.000″.
Patricia indicó que no tienen ahorros y que actualmente pagan $80.000 para alquilar la casa en la que viven. “El auto son mis piernas. Sin el auto no puedo moverme”, completó.
Fuente: tn.com.ar
