Los 80 en Pico: Llegó la Primavera, día de picnic

Los 80 en Pico: Llegó la Primavera, día de picnic
Foto Silvina Álvarez
21 Septiembre, 2023 a las 09:30 hs.

La primavera está identificada con los estudiantes del secundario. El festejo del Día del Estudiante entre los adolescentes se remonta a más de un siglo y pasó de generación en generación. Una tradición que aún hoy se mantiene, tal vez no con todo el significado y emotividad con que se vivía en otras épocas.

Para quienes iban al secundario en los ochenta, el 21 de septiembre era una fecha que se esperaba con ansias. El día dedicado a la juventud. Un día para ellos. Un ritual que marcaba la recta final del año. El comienzo oficial de los días lindos. La posibilidad de las salidas, de juntarse, de andar más livianos de ropa. Y, por supuesto, la primavera estaba identificada con el amor.

Si sería importante que había una canción que, llegado septiembre, mucho antes de que Crónica avisara los días que faltaba, se empezaba a escuchar. En los sesenta fue Vuelve, vuelve primavera de Johnny Tedesco o Primavera de Palito Ortega, en los ochenta En septiembre tu fuiste mía de Miguel Conejito Alejandro o El twist del estudiante de Pipo Cipolatti, en los 90 Ya llegó la primavera de The Sacados o Primavera Cero de Ceratti.

Ese día se festejaba con el picnic. Podía ser en la plaza San Martín o en alguna casa. Siempre en grupo. Era preferible donde iban todos. Sobre mediados de la década estaban las estudiantinas, que eran más organizadas. Recuerdo las que se hacían en Costa Brava, que quedaba lejos sobre la ruta. Allí se hacía un encuentro de grupos de rock. Para quien asocia en su memoria el Día del Estudiante con una tarde soleada, déjeme decirle que no siempre era así. Uno de esos encuentros se largó a llover y todos terminaron bajos los pinos del club. Sobre finales de la década una banda que tocó ahí era la de los chicos que hacían covers de U2 y en la que cantaba Oscarito Perna.¿Alguien se acuerda el nombre?

El ritual del picnic es conocido, todos los hicimos. El mate o la gaseosa. Los más grandes, alguna cerveza. Y los sanguchitos. Los caseros, los de miga de panadería, y alguno se zarpaba con el de milanesa. Y por supuesto, si el grupo tenía un compañero o amigo que tocara la guitarra, cartón lleno. Se armaba la ronda. También infaltable la pelota, para el picado. O hasta alguna prenda. Puede sonar para los más chicos que no era muy distinto a la actualidad. Solo hay que pensar que ni existía el Smartphone. Tiempos analógicos de la cara a cara y artesanal. La tarde se estiraba todo lo que se podía y muchos, en épocas en que no había protector, se agarraban la primera insolada.

Desde mediados de la década también se festejaba esa fecha con la fiesta dedicada a la Primavera o al Estudiante, que podía coincidir con ese día o hacerse el sábado siguiente. Podía ser en un boliche como Butterfly, que se llenaba, o el baile en el salón de Independiente cuando se hacía el Domingo para la Juventud piquense. Esa noche también se hacían distintos sketchs de los cursos que concursaban por el viaje a Bariloche previo a que se largara la pista.
En plena adolescencia, la primavera también está estrechamente relacionada al amor, dijimos arriba. El calor despierta los sentidos y las hormonas. Cuántas parejitas se abran arreglado en esos días. Aunque no era privativo solo de la Primavera

¿Fue un mito que en primavera se encontraba el amor? Aunque la mayoría es negada a pensar así y descreída de los poderes de ese día, algo había. Recuerdo un baile del Día del Estudiante en el salón de Independiente en el centro. Seguro fue sábado. Fines de los ochenta. Fernanda y Rafael se habían visto días antes a la pasada y, por supuesto porque hace a esta historia, pintó el interés. Esa noche, seguramente porque uno u otro, o los dos, insistieron, una amiga de las que nunca faltan los presentó. Poco después se pusieron de novios. Llevan 34 años de pareja. La Primavera también hace esas cosas.

(NGA)

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