Águeda Franco compartió vivencias y reflexiones sobre el impacto y contribuciones de Juan José Sena en el mundo literario pampeano.
El día del nacimiento de Juan José Sena, recordado autor y pilar literario de La Pampa, dio lugar a este reconocimiento hacia su persona, enmarcado en la celebración del día del escritor piquense, brindándonos una oportunidad única para reflexionar sobre su influencia y legado. Águeda Franco, quien tuvo el placer de conocerlo -como tantos otros amigos y escritores presentes en la Casita de Escritores esta tarde- y aprender de él, nos brindó una ventana a su vida y a sus contribuciones al panorama literario.

Sena fue un defensor apasionado de la identidad del escritor. Instaba a todos aquellos con los que cruzaba palabras a reconocerse como tales, a sentirse parte de una comunidad creativa y a buscar la profundidad en su oficio. “Nos hacía sentir escritores”, recuerda Agueda, evidenciando la dedicación de Juan José en cultivar la autoconfianza y el sentido de pertenencia de los jóvenes literatos pampeanos.
Franco contó cómo Sena, con su conocimiento y pasión, recetaba lecturas específicas a aquellos que buscaban aprender, comparándolo con un médico que sabe exactamente qué medicina recetar. Gracias a él, Águeda descubrió a la poeta pampeana Olga Orozco, cuya obra ya resonaba a nivel nacional e internacional.
La correspondencia entre Sena y Olga Oozco es descrita por Franco como “maravillosa”, sugiriendo que dichas cartas merecerían ser publicadas por su riqueza epistolar.


El compromiso de Sena no solo se limitaba a la promoción de la escritura, sino que también era un ferviente defensor de la diversidad y los derechos LGBTQ+. Hace más de sesenta años, se reconoció abiertamente homosexual, enfrentando la homofobia, el rechazo y las adversidades de la época con valentía. Su lucha simboliza un llamado a la aceptación y a enfrentar con orgullo nuestra propia identidad, ya sea como escritores o en cualquier otra faceta de nuestra vida.
En un tiempo donde los talleres literarios no eran comunes, Sena estableció un espacio de crecimiento y aprendizaje, fomentando la lectura, la corrección y el debate literario. Su crítica, aunque despiadada, era vista como un medio para el crecimiento, un reflejo de su compromiso con la formación literaria.

La reunión de tantas personas para recordar y leer la obra de Juan José Sena demuestra que su legado perdura. Su valentía, su amor por la literatura y su dedicación a formar escritores siguen resonando en La Pampa y más allá. En palabras de Agueda Franco, la mejor manera de honrarlo es continuando su labor: reconociéndonos como escritores, formándonos y, sobre todo, leyendo.
El día del escritor piquense se celebra desde septiembre de 2017, cuando fue aprobada la propuesta en el Concejo Delibertante de esta ciudad, a un año y medio del fallecimiento de Sena.