La investigadora y escritora publicó un nuevo libro que se llama “El gran simulacro: el naufragio de la educación argentina” y desde InfoPico Radio 99.9 dialogamos con la especialista en educación para conocer detalles del escrito.
La licenciada en ciencias políticas, magíster en educación e investigadora de FLACSO, Guillermina Tiramonti, ante la consulta sobre ¨ el gran simulacro¨ al que se refiere en el libro, respondió que “la educación es un sistema que aparentemente funciona: los chicos van a la escuela, reciben boletines, tienen vacaciones, pasan de un grado a otro y hay una burocracia que también funciona en relación con ese sistema; pero cuando vemos que es lo que está procesando ese sistema, nos encontramos con que no se puede ni siquiera transferir a los chicos los rudimentos de la cultura ilustrada: los chicos no aprenden a leer, a escribir, matemáticas, poco de ciencias. Es una máquina que funciona en el vacío, porque no produce lo que debería o lo que produce está fallado” “Todos hacemos como si eso funcionara”, sostuvo la especialista.
¿A qué se refiere cuando habla de la pedagogía de la compasión?: “creo que la escuela pasó, paulatinamente, de ser una institución dedicada a la enseñanza y, por lo tanto, enfocada en esa función central, a ser una institución de cuidado para los chicos: existe un porcentaje alto de la población que está en situación de pobreza y lo que importa en la escuela es procesar la cantidad de problemas que trae un chico de un contexto social complejo y violento y compadecerlo por esa situación, pero no hay esfuerzo genuino para en ese trayecto que hace el chico en la escuela, aprenda”, explicó Tiramonti.
¿Qué se entiende por democratizar la educación y como se relaciona con la inclusión de diversos sectores?: “desde el inicio de la democracia hubo discusiones sobre que significa democratizar: una de las versiones ponía hincapié en democratizar las relaciones adentro de la escuela, porque luego de la dictadura militar la socialización de los chicos era autoritaria; otra planteó la necesidad de extender los beneficios de la educación a toda la población. Pero en realidad no hay una verdadera discusión sobre qué es democratizar: si es estar en la escuela o hacer que todos los chicos tengan los beneficios del conocimiento. En eso fallamos, porque nosotros tenemos la ventaja de que las matrículas son altas, tanto en la primaria como en la secundaria, pero no logramos, ni con esos chicos que terminan ambos niveles, democratizar el conocimiento, porque los saberes que adquieren están asociados a su origen social y son muy limitados”.
“Es muy preocupante para el país porque no podemos pensar en un proyecto de desarrollo si no tenemos una mano de obra bien formada ni en un avance de la democracia, si no tenemos una población educada con capacidad de interactuar y no ser personajes dependientes del Estado”, recalcó.
Sobre los candidatos a presidente de cara a las elecciones generales, Tiramonti manifestó que “creo que hasta el momento hay una mirada muy superficial de la educación y ninguno de ellos tiene claro el papel que hoy juega la educación en la formación de la sociedad. Todos suponen que pueden pensar un sistema de desarrollo sin importar qué formación tiene la población”.