El asesinato de Andrea López, perpetrado hace 19 años, ha dado un giro significativo cuando Víctor Purreta, su femicida, confesó la ubicación de los restos de la joven santarroseña.
Julia Ferreyra, la madre de Andrea, en medio de su dolor y su lucha por la justicia, declaró en la radio LU 100: “Lo único que quiero es encontrar el cuerpo de mi hija para que descanse en paz y llevarle una flor”. Durante su breve intervención, también pidió tranquilidad y manifestó su incapacidad de dar más detalles sobre el caso.
Purreta, el exboxeador culpable del homicidio, fue conducido por la fiscal Cecilia Martiní y por personal de la Agencia de Investigación Científica a un terreno ubicado en la Ruta Nacional 35, entre Santa Rosa y Winifreda. El Diario, único medio presente, reveló que la ubicación, conocida como “Monte Chue”, está repleta de pastizales y caldenes.
El caso ha sido sometido a un hermetismo total desde los entes judiciales y policiales, pero se espera que más detalles sean revelados hoy en una conferencia de prensa a las 13 horas por parte del Ministerio Público Fiscal en el Centro Judicial Santa Rosa.
Purreta, actualmente cumpliendo condena en la Colonia Penal, ha enfrentado anteriormente rechazos a salidas transitorias debido a informes negativos por parte de profesionales del Servicio Penitenciario Federal. Estas negaciones se basaron en la falta de evolución respecto a la reinserción social y aspectos de su personalidad, como su postura sexista y falta de empatía. Sin embargo, la reciente confesión de Purreta podría ser un cambio en su postura, a pesar de que las autoridades no han convalidado su supuesto arrepentimiento.
El caso de Andrea López continúa dando que hablar, mientras la justicia y la familia de Andrea siguen en su incansable lucha por hallar verdad y justicia. Por su parte, la recompensa por el hallazgo del cuerpo de López sigue vigente.
