La regularización de los cultos religiosos en la provincia de La Pampa ha tomado protagonismo en la agenda pública recientemente. Hemos tenido la oportunidad de hablar con Daniel Robledo, pastor evangélico y exdiputado provincial, para profundizar en el tema.
“Son dos aspectos muy importantes, uno es el institucional, esto lo empezamos a acordar cuando, obviamente, yo era diputado y el exgobernador, Carlos Verna, hablando de la necesidad de generar un mapa de la ubicación territorial de las distintas instituciones religiosas y también, obviamente, el trabajo que desarrollan en forma específica,” comenta Robledo. En esta regularización se incluyen inscripciones y certificaciones, que permiten generar un nexo entre el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, el Estado Provincial y quienes solicitan estos reconocimientos.
Sin embargo, el pastor hace hincapié en que esto es solo una cuestión secundaria, “el compromiso del gobierno de La Pampa de trabajar”, apuntó. Y es que detrás de esta regularización institucional, se encuentra un trabajo mucho más profundo y vinculado con la realidad social.
Las iglesias evangélicas, según explica Robledo, están implicadas en una multiplicidad de problemáticas sociales. Habló sobre la creciente preocupación por el consumo de drogas entre los jóvenes, la adicción al juego y el uso adictivo de las tecnologías, problemáticas que las iglesias están tratando activamente.
“Hoy ya un pastor no tiene que ver con estrictamente una asistencia espiritual, es básico, claro, de ahí parte todo. Pero entonces, ¿por qué también hoy se está generando los certificados, los permisos permanentes a través de la subsecretaría de culto de, por ejemplo, la capellanía? Porque estamos presentes en la cárcel, adentro, con los detenidos, con la familia afuera,” relata el exdiputado.
El pastor evangélico mencionó que la iglesia está constantemente en contacto con la comunidad, ayudando a personas en dificultades y brindando una “palabra de esperanza” en momentos de crisis. Robledo concluyó con una reflexión poderosa: “Ahí entra la fe, fíjate que un capellán hoy está sentado para que entre a la terapia intensiva porque los mismos familiares creen que la ciencia médica es importantísima, altamente valorada, pero que llega un momento que la ciencia tiene un tope y dice, hasta acá llegamos, bueno, ahí…”
