Se presentó en el Concejo Deliberante de General Pico el libro “Genocidio y dictadura: caso La Pampa (1974-2021)”, junto a su autora Nilda Redondo. Esta obra fue publicada por la editorial Voces y durante la octava sesión ordinaria fue declarada de interés legislativo.
Estuvo presente el presidente del Concejo Deliberante, Daniel López; junto a la escritora Nilda Redondo; el subsecretario de Derechos Humanos de la provincia de La Pampa, Juan Pablo Fasce; el director de la editorial Voces, Alberto Acosta; el diputado provincial, Martín Balsa; concejales, concejalas; integrantes de la agrupación HIJOS; referentes de UTELPA; ATE; CORPICO; UPCN; diversas organizaciones del medio y público en general.
Genocidio y dictadura… tuvo un largo recorrido que la autora inició en los archivos del diario La Arena en 1991, rastreando elementos informativos sobre los crímenes de lesa humanidad cometidos antes, durante y aún después del terrorismo de Estado iniciado en marzo de 1976. Aquellos registros abarcaban el periodo 1975-1978, con nombres de prescindidos, apresados ya en 1975 y, luego del golpe, listas de quienes ocuparon cargos políticos durante el gobierno de facto, civiles en abrumadora mayoría.
El libro conceptualiza sobre el significado de genocidio y sus consecuencias hasta el presente, reflexiona respecto de la violencia, la violencia revolucionaria y el terrorismo, para tratar de dar precisión al uso de estas categorías y, sobre todo, desenmascarar por qué, en el marco de la Doctrina de Seguridad Nacional, se caracterizó a los y las insurgentes como “delincuentes terroristas subversivos, subversivas”.
También analiza las principales fuerzas opositoras al orden vigente en Santa Rosa y General Pico y por qué la fuerza de la represión, ya a fines del gobierno de Estela Martínez de Perón, cayó sobre esos grupos.
La investigación aporta entrevistas a partícipes de aquellos momentos, sus vivencias en los años 74 y 75 en relación al proceso político social, los vínculos que podían establecer, sus vidas cotidianas, y cómo fue la oposición a la dictadura en nuestra provincia y aspectos vinculados a la reconstitución de gremios, asociaciones culturales, de derechos humanos, a fines de la dictadura e inicios de la democracia.
Investigación
Nilda Redondo en diálogo con la prensa estableció que “luego del indulto que dio el expresidente Menem en el año ’89, a quienes habían sido juzgados en 1985 por crímenes de lesa humanidad, un grupo de vecinos profundamente conmovidos y disconformes con esa medida, decidimos iniciar un trabajo de archivo y de investigación sobre el archivo del diario La Arena”.
Y contó que “realicé entrevistas a personas que habían sufrido el proceso genocida y muchos casos vinculados conmigo afectivamente, algunos en prisión y otros obligados a renunciar, otros impedidos de trabajar y les pregunté cómo habían vivido aquellos años de formación política, qué vínculos había entre esa democracia y el golpe de Estado del 24 de marzo del 76. Consulté si hubo oposición civil en La Pampa y cómo fueron los fines de la dictadura y los inició de la democracia, esas voces están mezcladas también con el texto que van analizando fundamentalmente la categoría de genocidio, de terrorismo de Estado, porqué se denominó delincuente terrorista subversivo a todos aquellos que se quiso dejar de lado, aprisionar, torturar, secuestrar y qué fue lo ha sucedido en nuestro país y en nuestra provincia”.
Y finalmente la autora expresó “en este libro aparecen las listas de buena parte de los civiles que ocupaban los cargos públicos de las dos principales ciudades y eran civiles que acompañaron el proceso, que realizaron las actas del proceso y que conocían la parte pública que consistió en suspender los partidos políticos, los sindicatos , prohibir el derecho de huelga, suspender la constitución e incluso se analiza en este libro como también se sabía, por lo menos a partir de 77 y 78, que había desaparecidos. En el diario La Arena aparece de una manera u otra, en un análisis de los distintos artículos, que se pone en evidencia cómo en ese medio de comunicación que había gente que desaparecía, que había obreros que cuando se oponían eran desaparecidos y otros obreros luchaban, es decir, que había oposición y hasta ha aparecido la presencia denostada por la sociedad, pero parece que hay madres de Plaza de Mayo, madres que reclaman por los desaparecidos, por los secuestrados entonces eso ya se sabía no es que mucho tiempo después se supo, mucho del horror ya se conocía”.
