audiotrack HUNDIMIENTO DEL ARA GRAL BELGRANO

El valiente relato del piquense Abel Novillo, sobreviviente del ARA General Belgrano 

El valiente relato del piquense Abel Novillo, sobreviviente del ARA General Belgrano 
2 Mayo, 2023 a las 20:30 hs.

Este 2 de mayo se cumplen 41 años del hundimiento del ARA General Belgrano fue hundido por el submarino nuclear británico HMS Conqueror, dejando 323 marinos muertos, entre ellos el Vasquito Amesgaray. En el crucero también estaba Abel Novillo, que sobrevivió y con dolor y valentía cuenta lo que sintió hasta que lo rescataron.

Abel, en diálogo con Infopico Radio 99.9, nos contó que a Alberto Amesgaray lo conocía porque compartieron la escuela primaria en la 66: “fuimos al mismo grado y tengo los mejores recuerdos de él”.

“Estas fechas traen muchos recuerdos y muchos sentimientos, estuvimos muchos años en silencio, no fueron fáciles. Las escuelas y los medios de comunicación fueron los primeros que nos abrieron las puertas para contar lo que vivimos en la Guerra de Malvinas: ahora tenemos una gran necesidad de hablar”.

Abel contó que luego muchos años pudo saber que el comandante a cargo del ARA Gral. Belgrano tomó la decisión de atacar desde los barcos argentinos a los ingleses a través del portaviones y su flota, desde el norte, desde el sur, con el crucero y los aviones con misiles. Pero se desarticula esa acción y el Crucero Belgrano quedó saliendo de la zona de inclusión marcada por los propios ingleses y enviaron la orden de hundir el Crucero. Ese 2 de mayo era un día muy frío y Abel estaba de guardia: “me acuerdo de que explotó el primer torpedo en la sala de máquinas, donde murió muchísima gente, y el segundo torpedo explotó en la proa del barco (adelante), dejándolo con los fierros retorcidos. Si hubiese pegado tres metros atrás, no dejaba ningún sobreviviente porque estaba toda a munición” “Ahí nos dimos cuenta de que estábamos en guerra”.

Abel estuvo en el ARA desde diciembre de 1981, conocía el barco, pero muchos chicos llegaron en abril de 1982 y no conocían todos los rincones del Crucero, por eso muchos no supieron como salir. Había 1093 soldados y se murieron alrededor de 300: “muchas zonas del barco se quedaron sin luz y si no lo conocías, era muy difícil guiarte para poder buscar la salida”.

“Era un barco muy grande y yo lo adopté como mi casa porque estuve viviendo muchos meses ahí”.

El barco tenía muchas balsas y antes habían realizado pruebas, ya sabían que el primero que llegase a una balsa, tenía que abrirla. Cuando Abel llegó a la parte izquierda del barco, se encontró con otros tres soldados e intentaron tirar la balsa, pero el viento no dejaba que se abriera. Se tiraron al agua, pero sin lograr el cometido, y Abel logró subirse a otra balsa que ya estaba con otros 15 soldados: “el viento nos empujaba, entonces con nuestras manos nos apoyábamos en el barco, que se nos venía encima, para que el viento nos saque de esa zona. Cuando pasamos por la proa, se hizo un tajo en la balsa y se empezó a desinflar, tuvimos que salir al agua otra vez y nadé 100 metros hasta que encontré otra balsa y pude subirme, con otras 30 personas”.

Pasaron casi dos días en el agua, con una fuerte tormenta, hasta que lograron rescatarlos: “pasamos muchas cosas esas horas. El comandante nos decía “vamos a morir por la patria” y ninguno se tiró de la balsa. En ese momento recordaba lo que había leído en los libros de historia cuando los héroes estaban dispuestos a morir por la patria” “Desde el techo rezamos, cantamos el himno y vimos como el barco se hundió despacio”.

“Muchas veces me pregunto si fue necesaria esta guerra; para nosotros, pero también para los padres, que sufrieron muchísimo. Debería haber una plaza en conmemoración a los padres”.

El ARA General Belgrano había sido enviado el 16 de abril de 1982 a la zona de conflicto junto con los destructores ARA Piedrabuena y ARA Bouchard, con la misión de atacar a los buques ingleses que arribaban a las Malvinas. Sin embargo, estaba en desventaja frente a las poderosas fragatas y buques británicos. El 2 de mayo, el submarino HMS Conqueror detectó al General Belgrano y, tras recibir órdenes de Londres, lanzó tres torpedos que hundieron el crucero en pocos minutos.

La tripulación, compuesta por 1.091 marinos, en su mayoría jóvenes conscriptos, luchó por sobrevivir en las aguas heladas del océano Atlántico. Alrededor de 300 tripulantes murieron en el hundimiento, mientras que otros perecieron en los botes salvavidas. Los 770 sobrevivientes enfrentaron condiciones extremas, como lluvia, viento y olas de 10 metros de altura, mientras esperaban ser rescatados.

El rescate de los sobrevivientes fue lento y complicado. Algunos fueron evacuados el 3 de mayo, mientras que otros tuvieron que esperar hasta el 4 de mayo para ser rescatados. Los sobrevivientes relataron momentos de desesperación, miedo y solidaridad durante la agonizante espera en las balsas. A pesar del sufrimiento, también se unieron en rezos y cánticos patrióticos.

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