La hazaña de la argentina más joven que cruzó el Río de la Plata nadando de sol a sol: “Nada es imposible”

La hazaña de la argentina más joven que cruzó el Río de la Plata nadando de sol a sol: “Nada es imposible”
16 Marzo, 2023 a las 09:50 hs.

Pilar Tellería tiene 19 años, es de Ituzaingó y braceó los 42 kilómetros que separan Colonia de Buenos Aires. La esperó su familia en la costa con mucha emoción.

Todo fue alegría en las costa de Punta Lara cuando Pilar Tellería, nadadora de 19 años de Parque Leloir, Ituzaingó, logró cruzar a nado el Río de la Plata desde la ciudad uruguaya Colonia del Sacramento hasta las orillas argentinas del Partido de Ensenada.

Allí sus padres, algunos de sus amigos y familiares la esperaron para ver cómo Pilar cumplía su sueño que tenía desde los 15 años. Una prueba de 42 kilómetros que supo cruzar de acuerdo a lo planificado, largando a las 6.08 de la madrugada del lunes 13 de marzo y llegando a la costa argentina unos minutos pasados las 18.30.

Si bien algo que en este tipo de pruebas no es relevante es el tiempo de cruce, ya que depende mucho del nadador, las condiciones climáticas y sobre todo de poder seguir un rumbo que no la desvíe tanto de su objetivo, la joven del Oeste logró un tiempo de 12 horas y 18 minutos y 40 segundos.

La perseverancia en la natación es el punto más importante para llegar a cumplir los sueños, tal es así que para Pilar este fue su segundo intento, alentado por “Coco”, que la joven nadadora lo considera como un abuelo. Fue uno de los grandes motivos para volver a tirarse al agua y, esta vez, lograrlo bajo su atenta mirada desde el barco guía acompañado por el entrenador.

Lo más emotivo del cruce se dió al finalizarlo. Tuvo el reencuentro con sus familiares y un emotivo abrazo con su madre. Algo que hizo que explotara en llanto luego de la durísima prueba que había terminado minutos antes.

“Es un sueño que tengo desde los 15 años, creo que me sirve para entender que nada es imposible y que nada fue en vano, porque hace un año yo tuve un intento de cruce y no lo pude completar; entiendo que doy un mensaje de perseverancia: sinceramente siempre estuve convencida que esta vez lo iba a lograr”, cuenta Pilar.

Pilar Tellería, entrenando en una de sus rutinas de aguas abiertas. (Foto: Gentileza Flia. Tellería)

“En mi cabeza buscaba no rendirme pese a que los últimos 10 kilómetros fueron durísimos, como me habían anticipado. Solo me enfoqué en terminar la travesía, en disfrutar cada minuto y me decía a mi misma ‘dejate de joder, tenés que llegar’. Mi familia estaba esperando y “Coco” me acompañaba, estaba convencida que era esta”, relata la joven cómo fue la etapa más dura en el recorrido y cómo se alentaba para llegar.

La joven atleta se inició en el mundo de la natación cuando era muy pequeña a nivel recreativo y luego tuvo un impasse en el que probó otras disciplinas como gimnasia artística y baile. Ninguna le gustó y a los 11 años terminó volviendo a su deporte de origen.

“Desde los 11 hasta los 15 nadé en el club CAVA de Ituzaingó y tuve algunas competencias contra clubes de barrio, pero rápidamente me di cuenta de que lo mío eran las aguas abiertas: a los 14 tuve mi primera competencia de la especialidad y no paré más”, detalla Pilar.

“Desde los 11 hasta los 15 nadé en el club CAVA de Ituzaingó, aunque rápidamente me di cuenta que lo mío era las aguas abiertas”, detalla Pilar. (Foto: Gentileza Flia. Tellería)

La primera prueba importante que realizó en aguas abiertas fueron los 20 kilómetros de Vuelta de Obligado a San Pedro cuando tenía 15 años y actualmente sigue compitiendo en el calendario argentino, aunque también tiene como objetivo pasar a nadar a nivel internacional.

Pilar realizó un entrenamiento riguroso para cruzar el Río de la Plata: al que le dedicó unas seis horas a ponerse a punto físicamente en el Centro Argentino de Excelencia Deportiva (Cenared) de Ituzaingó, divididas en pileta y gimnasio.

“Sabemos todo lo que sacrificó Pilar por este sueño, confiamos plenamente en que todo lo que se proponga lo va a lograr. Sabemos las salidas, las comidas y todo lo que dejó de lado para estar en plenitud al momento del cruce, verla llegar fue muy emocionante”, cuenta su madre con la voz entrecortada y el pecho lleno de orgullo de lo que su hija había logrado.

Antes de esta dura prueba, estuvo en Colón, Entre Ríos, donde recorrió 37 kilómetros del río Uruguay en 10 horas y demostró que estaba muy cerca de la performance que necesitó para unir Colonia con Punta Lara.

De noche y con una boya luminosa

“Me siento muy conforme con lo que vengo realizando y no creo que tenga muchas cosas para mejorar, pero lo que sí es importante a partir de ahora es nadar en horarios nocturnos, porque la travesía que voy a realizar en el Río de La Plata seguramente arrancará de noche: voy a tener atada una boya luminosa que me sacaré cuando amanezca”, había detallado la nadadora cómo sería parte del inicio de su travesía.

Hasta el momento el nadador más joven que cruzó el Río de la Plata fue el argentino Lautaro Lasagna: en 2013 empleó 13 horas y 59 minutos para cruzar el curso de agua y su fin fue solidario: ayudar a los chicos maltratados que en ese entonces vivían en la ex Casa Cuna de Buenos Aires.

Ahora, 10 años después, Pilar Tellería repitió la gesta, que es muy costosa porque no puede nadar sola en el río y debe contar con su propio equipo, compuesto por su entrenador y su profesora de meditación y “Coco”, un experimentado en estas travesías, que estarán en una lancha y serán los encargados de alimentarla, hidratarla y darle indicaciones técnicas para realizar la travesía.

Tuvo el apoyo de un grupo organizador de travesías en aguas abiertas, se trata de Open Water Argentina (OWA Argentina), “Fue una organización ejemplar, me sentí muy cómoda y ellos siguieron minuto a minuto con fiscales que tomaban el tiempo de nado. Además cada tanto hacían vivos en Instagram para que la gente que no pudo estar me siguiera”, explica la joven.

Además, durante todo el trayecto tuvo una lancha de la Cruz Roja que la escoltó con médicos y guardavidas y en ciertos tramos estará acompañando la comitiva la Prefectura Argentina y en otros, la Prefectura Uruguaya.

“Por el momento mis viejos me están ayudando a costear gran parte de los gastos y también tenemos apoyo del Municipio y de la marca de mallas Quickly, que me diseña modelos a medidas y también me apoya económicamente. El Cenared también está colaborando, poniendo su predio a mi entera disposición para que pueda entrenar todo lo que preciso”, cierra la nadadora de Ituzaingó.

Fuente: clarin.com

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