A través de las redes sociales, Cristian Jiménez contó que peleó durante dos años para que la Justicia le otorgara la custodia, y lamentó: “Hoy tengo que despedir a mi hijo en un ataúd”.
Cristian Jiménez, el padre del nene de cinco años asesinado por su mamá en las últimas horas en Tucumán, publicó un desgarrador mensaje en las redes sociales y cuestionó a la Justicia por no haber escuchado sus advertencias durante años.
En tanto, la mujer, una agente de la policía local de 31 años, intentó quitarse la vida después de matar a su hijo disparándose con su arma reglamentaria en el abdomen, y permanece internada.
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El mensaje del padre
“Ayer me arrebataron mi vida, mi corazón, me quitaron todo. El dolor que tengo en mi alma es inaguantable, perdí a mi hijo asesinado”, escribió, dirigiéndose a su expareja, Manuela Medina.
“Solo 5 años tenía mi super héroe, él solo quería ser feliz y me lo quitaron ayer en un ataque de locura e inconsciencia de su propia madre. Esta mañana me levanté pensando que era una pesadilla pero me encontré con la verdad. Dios, por qué primero a mi mamá y ahora mi hijo”.
En otro párrafo del texto, Jiménez se refirió a los dos años que luchó en la Justicia para conseguir la custodia de Yulian “demostrando todo, pero la Justicia es lenta para el pobre y rápida para el rico”.
“Hoy tengo que despedir a mi hijo en un ataúd, a la razón de mi vida, a la luz de mis ojos. Si la Justicia hubiera actuado como tenía que ser él estaría jugando en su jardincito con sus primitos”, lamentó.
Una ruptura conflictiva
Medina y Jiménez estaban separados desde hacía dos años, tras más de cinco en pareja. La ruptura no fue en buenos términos y ambos cruzaron denuncias por violencia de género.
El padre de la víctima, según informaron sus familiares y él mismo reconoció en una carta, también inició una demanda en el fuero civil para reclamar por la tenencia del pequeño por los problemas que tenía su ex. Pero no obtuvo respuesta.
“Ella lo hacía sufrir con el niño. No quería que lo viera, le impedía el contacto porque no quería volver a retomar la pareja”, explicó María Eugenia, compañera de trabajo de la acusada de filicidio, en diálogo con Contexto Tucumán.
Y completó: “A él le dictaron una perimetral porque (Medina) había mentido que la había agredido. No podía acercarse a la casa de ella para buscar a su hijo. También tuvo que contratar a un abogado para conseguir un régimen de visita que ella se cansó de incumplir. Denunció esa situación, pero nadie lo escuchó”.
En base a los testimonios, todo apunta a que la mujer policía planeó la muerte de su hijo para vengarse de su padre. Esperó que le dieran el alta del tratamiento psicológico que le habían ordenado hacer para solicitar que se le reintegrara el arma que le había dado la fuerza. Ese trámite lo completó el lunes, según confirmaron fuentes judiciales.
El trágico episodio
Todo ocurrió durante la tarde de este martes en la vivienda de la familia. La acusada, una mujer de 31 años, fue identificada como Manuela Medina.
Según informaron fuentes oficiales al medio local Los Primeros, la policía asesinó al pequeño de 4 años “utilizando un arma blanca”. Luego del ataque al nene, intentó quitarse la vida de un disparo en el abdomen con su arma reglamentaria.
Tras el disparo que se autoinflingió, la mujer debió ser internada. Luis Ibáñez, secretario de Seguridad de la provincia, sostuvo que se trató de un hecho “desgraciado” y detalló: “Una empleada policial ha ultimado a su hijo de corta edad utilizando un arma blanca y después intentó quitarse la vida con un disparo en el abdomen”.
Luego, aclaró: “Fue trasladada a un Centro Asistencial de la Capital. Aún está con vida”. Además, fue él quien confirmó la edad del pequeño y contó sobre el trabajo de la mujer en la fuerza. “Es una empleada policial de la promoción 2017. Estaba trabajando en el ámbito Capital en uno de los Distritos de la Guardia Urbana”.
En el lugar del crimen trabajaron los médicos forenses de la Policía para dar intervención a la División Homicidios.
Por otra parte, fuentes policiales confirmaron al portal MiTelefé Tucumán que Medina había protagonizado anteriormente un caso de violencia doméstica, por lo que desde las fuerzas procedieron a quitarle el arma reglamentaria. Lo particular del hecho es que el martes le habrían regresado el arma tras recibir el alta psicológica.
Confirmaron que atravesaba una separación conflictiva con el padre del niño, pero aún se desconocen los motivos del ataque.
Fuente: tn.com.ar
