El Dr. Rodolfo Oscar Braun, profesor en la Facultad de Agronomía, dialogó con “La Redacción” sobre el proyecto que están llevando a cabo con alumnos y empresas. El enfoque es social y lograron que familias de bajos recursos puedan tener emprendimientos productivos.
Sobre el proyecto de Extensión Universitaria, el profesor nos contó que “hace muchos años venimos trabajando en la producción porcina en todo el país: integramos el Centro de Información de Actividades Porcinas de las que participan 8 Universidades y una de Uruguay. Esto fue la ventana al mundo de lo que son las pequeñas y medianas empresas”.
“Pero entendimos que la cuestión de agricultura estaba complicada para familias de bajos recursos en la región. Familias que no pueden satisfacer la dieta diaria y que lo podían resolver con producciones propias. Hicimos la presentación formal ante la Secretaría de Políticas Universitarias y al Ministerio de Ciencia y Tecnología en el programa “Argentina Contra el Hambre”, dijo sobre el inicio del proyecto.
“Este programa (“Argentina Contra el Hambre”) comprende varios tópicos: algunos de ellos son proyectos que involucran tecnologías y otros, como el nuestro, que va directo a la acción social con personas que no pueden entrar al trabajo formal y que están dentro de una lógica donde las mujeres son las que cuidan a los hijos y los hombres los que salen a trabajar afuera”.
“Este proyecto busca empoderar a esas personas: que las mujeres y las familias encuentren una posibilidad de producción propia para sentirse mejor ellas y para generar vínculos, asociarse y quizás en un futuro, comercializar los excedentes en cooperativas”. “El proyecto resultó ganador en el ítem desarrollo social. Ya pudimos construir un polo productivo en Toay y en Santa Rosa y estamos buscando en otras localidades también”.
“En el inicio tomamos 15 familias que estaban en una situación de extrema vulnerabilidad, que no tenían comida para sus hijos, que desconocían lo que es una dieta nutricional equilibrada, que tenían problemas de salud, que no sabían lo que es la bioseguridad”.
“Empezamos, en conjunto con estudiantes de la Universidad, con un proceso de formación y capacitación con estas familias y les entregamos una posibilidad para que ellos mismos se desarrollen y que entiendan que guardando parte de lo producido, podían retomar nuevamente la actividad. Este proceso lo comenzamos con la entrega de 25 pollos parrilleros, de herramientas para hacer un cerco, lámparas infrarrojas, comederos, bebederos, el alimento y la asistencia. Y fue un éxito total: vendieron todos los animales, ganaron plata y lograron comprar de nuevo 25 pollos”, reveló Braun.
Sobre las sensaciones de lo hecho y lo que está por venir, el profesor aseguró que “estoy entregado a este proyecto, yo ya pasé por un montón de cosas en mi carrera, pero esto es lo mejor que me pasó. Me dio otra lectura de la vida encontrarme con estas familias y me enfoqué en las mujeres porque siempre tuvieron un espacio por debajo, no solo por el patriarcado, sino por sus condiciones de madres, que dejan de lado su propia formación y desarrollo económico”.
“Ahora tiene un impasse el programa, pero vamos a seguir. Falta la segunda etapa que son las gallinas ponedoras. Además, presenté otro proyecto federal de inversión de 10 millones de pesos para construir un Polo Productivo para que la gente tenga un lugar de trabajo, de formación. Para que más familias puedan tener esta oportunidad”.
