Miguel Cantero maneja un interno de la línea 74 y tuvo la idea de crear un grupo para que sus pasajeros frecuentes “calculen el tiempo para estar en la parada”. La historia se viralizó en Twitter.
“Todos los días me tomo el 74 para ir laburar y siempre voy con el mismo chofer. Me agregó al grupo de WhatsApp del bondi donde el loco te avisa por dónde anda así no te clavás en la parada como un pe…”, contó el usuario @julyrossi20 en Twitter.
En la publicación también compartió las “evidencias”: los audios que el hombre envía. “Chicos, vamos, estamos llegando a 9 de Julio. Vamos que hoy sí llegamos tarde, cuando vean el colectivo se van a dar cuenta”, “Chicos, estoy saliendo de Lomas. Rapidus and furius (sic)”. El posteo pronto se volvió viral y recibió más de 147 mil “me gusta”.
“La idea surgió porque una mañana, a dos señoras casi les roban mientras esperaban el colectivo en una de las paradas y cuando me lo contaron les pedí el teléfono para avisarles, antes de iniciar el recorrido, que estaba saliendo así podían calcular el tiempo y no tenían que esperar”, recordó Miguel Cantero, el chofer de la iniciativa que inicia el recorrido en Longchamps a las seis de la mañana.
No hizo falta que Miguel les pidiera los contacto al resto de sus pasajeros frecuentes, sino que ellos se fueron enterando de que había un pequeño grupo de chat con el chofer que cada día los acercaba hasta sus trabajos. Todos pidieron sumarse. Actualmente son 77 personas las que siguen el recorrido antes de salir de sus casas hasta la parada. “Llegamos solo unos minutos antes y es perfecto”, comentan.
“Activo la ubicación en tiempo real cuando pongo la unidad en marcha y ellos saben por dónde voy, pero siempre les pido que estén atentos y que los que ya subieron vayan avisando por dónde pasé, en caso de que falle la app de la ubicación, así ninguno llega tarde al trabajo”, explica.
La idea y el objetivo de ayudar
Miguel tiene 48 años, nació en La Boca (aunque es fanático de River) y es chofer de la línea 74 desde hace 22 años. El recorrido que cada día realiza lo lleva hasta el Correo Central, previo paso por Burzaco, Adrogué, Lomas de Zamora, Banfield, Remedios de Escalada, Lanús, Gerli y Avellaneda, por donde ingresa a la capital. El ida y vuelta lo repite dos veces hasta las 13:30 cada día.
Antes de sentarse al frente de la unidad fue heladero y cocinero, un día (no recuerda el momento exacto en que sucedió) tuvo el deseo de convertirse en chofer de colectivo. “Estaba con mi mujer, ella se estaba yendo a trabajar, y en la puerta le dije que quería ser colectivero… Me miró sin entender qué tenía que ver conmigo ese trabajo porque no había conocido a ningún colectivero en mi vida”, recuerda.
Fue gracias a su suegra que, luego de hacer el curso en la Comisión Nacional de Regulación del Transporte, lo contactó con un conocido que ya trabajaba en la Empresa San Vicente S.A.T. cuando “eran pocos lo que habían hecho ese curso”.
“No sé qué me llamó la atención, en realidad. No hay colectiveros en mi familia: mi mamá es enfermera, mis tíos policías municipales, nada que ver… Pero a mi me gustó pensarme manejando un colectivo y aquí estoy. Una vez que se empieza a trabajar, uno se da cuenta de que le presta un servicio a la gente. No hay que olvidar que eso es lo que hacemos”, remarca.
Fue justamente por eso que aquel intento de robo lo hizo tomar cartas en el asunto. “Fue ese en que estaban por asaltar a las dos señoras en Lanús y, gracias a Dios, llegué justo. Los delincuentes se fueron sin sacarles nada, pero me quedé pensando qué podía hacer para que las personas no estén tanto tiempo esperando por la unidad, sobre todo antes del amanecer. Y me acordé de los grupos de trabajo con mis compañeros en los que nos alertamos sobre desvíos de calle y pensé en hacerlo primero con esas dos mujeres, luego se unió otro más, y en unas semanas se convirtió en lo que es hoy”, relata.
A Miguel lo sorprende todavía la rapidez con que la noticia de su creación fue de boca en boca. “Cuando se corrió la bola, ya quedó en manos de los pasajeros. La zona en la que inicio el recorrido es medio picante, a veces está muy oscuro por falta de luz natural y de alumbrado público y es peligroso. Si se te acerca alguien preguntándote la hora, ¡corré!”, alerta.
“Además de por un tema de seguridad, saber el tiempo real en que llega el colectivo colabora con que nadie llegue tarde a su trabajo y pierda el presentismo o, en el peor de los casos, su trabajo por la demora. El tiempo vale oro y hay que respetarlo”, enfatiza.
En estos meses, el grupo funcionó bien y Miguel se alegra porque el objetivo está cumplido. “Es una satisfacción saber que esto les brinda seguridad, sobre todo a quienes esperan en zonas oscuras, y que los ayuda a llegar a tiempo a sus tareas”, dice conforme.
Respecto a los audios que se viralizaron con el posteo de Twitter, en el que se lo escucha avisar al pasaje “Chicos, vamos, estamos llegando a 9 de Julio. Vamos que hoy sí llegamos tarde”, y despertaron el enojo de algunos usuarios de la red que opinaron en su contra por creer que los enviaba mientras manejaba el colectivo, aclara: ·En ese momento yo no estaba al volante”.
“Esos audios los envié un día franco, cuando hice un trámite de mi registro y era un pasajero más del colectivo. No crean que ando avisando de esa manera, porque no puedo hacerlo. Sí aviso por un audio a las 05:45 que inicio el recorrido y desde ahí, va la app en tiempo real”, aclara.
La modalidad que él mismo recomienda es que el primero en subir avise que ya está arriba de la unidad para que los demás sepan por dónde va y se vayan preparando. “Es un trabajo conjunto y solidario. Estamos todos en la misma y es importante que los laburantes nos ayudemos entre nosotros”, remarca.
Agradecido por los cálidos mensajes que recibe desde que se hizo público lo que hace, dice: “Mi esposa está muy contenta por la repercusión que se produjo y porque me llaman de todos lados”.
Según cuenta, su idea es posible gracias a sus jefes: “Ellos decidieron desde la dirección no cambiarnos el horario, entonces ese detalle significa que tienen en cuenta a las 500 personas que transporto diariamente en las dos vueltas. Y, pudiendo rotarnos de turno y hacer lo que creen conveniente para su empresa, deciden dejarnos porque hay algo efectivo para el pasajero y ellos son los que cuentan”, finaliza.
Fuente: infobae.com