El defensor de Niños, Niñas y Adolescencias, Juan Pablo Meaca, realizó un análisis de la “Ley Lucio”, precisamente en paralelo a la marcha nacional “Todos por Lucio”, por la inmediata sanción de este proyecto de ley.
Meaca manifestó que la defensoría de La Pampa hace análisis continuamente sobre los proyectos y normas que se presentan en relación con infancias y adolescencia en el congreso de la nación. Y es en esta línea, donde se inscribe este análisis que efectuó el defensor.
“Sobre la presentación de este proyecto de “Ley Lucio”, aborde esta propuesta e hicimos algunos aportes que nos parecen interesantes, más que nada ampliar algunas cuestiones que nos parecen que van a ser más enriquecedoras” expresó.
El primer punto que resaltó, fue ampliar la cuestión de la violencia física contra niños, niñas y adolescentes. “Lo que planteamos es que abarque toda la cuestión de derechos de infancia y adolescencias, y cuando se refiere a vulneración, también comprenda lo que es abuso sexual en la infancia, la negligencia grave en el cuidado de niñas, niños, adolescentes, trabajo infantil, es decir todo el abanico de vulneraciones de las infancias y adolescencias, y no quede solamente circunscrito a la cuestión específica de la violencia física contra niños” detalló.
El segundo punto se centró en las capacitaciones que se realizarían en principio en espacios públicos. Aunque Meaca, también insistió en ampliar la capacitación al ámbito privado, que tengan cuidado, protección o actividades con niños, niñas o adolescentes, como puede ser un club o un grupo scout.
Estos espacios también detectan vulneraciones o situaciones de abuso, es por eso que la capacitación debe alcanzar a todas las organizaciones e instituciones que trabajen con chicos.
“No solo dejarlo en el agente público, sino en todo espacio social que tenga el cuidado, la protección, la recreación de los niños y adolescentes. Y capacitar a los responsables de estos espacios, no solo a educaciones escolares, educativas. Porque en La Pampa el porcentaje del ámbito público es muy grande, pero en otras provincias el porcentaje es menor y hay muchas escuelas privadas, que no se podría hacer capacitaciones” ejemplificó el defensor.
El tercer punto es una modificación respecto a un artículo que, según Meaca, se presta al análisis de que algunas situaciones de violencia no hay que denunciarlas. Respecto a esto, dijo que nuestras leyes nos exigen denunciar todo tipo de violencia, y que sin esta denuncia la ley no cobra sentido, remarcando la necesidad de que toda la población debe denunciar ante un hecho como este.
Por último, el cuarto punto es sobre la reserva de la identidad de la persona que denuncia. Para este punto, Meaca, explicó que se modifica un artículo que está dirigido a la gente que recepciona la denuncia, un agente público, pero no a la persona particular que brinda detalles del hecho denunciado. Es decir, que no está garantizado el anonimato ni la protección de la identidad de la persona que denuncia.
Esto en ciudades grandes como Buenos Aires o Córdoba no cobra sentido, ya que al existir tanta población el denunciante es anónimo. Pero en localidades chicas como las de nuestra provincia, el denunciante es un vecino o amigo, que por cualquier eventualidad la población se entera y se sabe quién es la persona que denuncio.
Entonces esto puede motivar a que hechos no se denuncien porque no está garantizada la integridad de la persona, “y nosotros necesitamos que se denuncie”, remarcó el defensor.
Estas modificaciones y valoraciones van a ser entregadas al congreso de la nación y a la Defensora de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, Marisa Graham, para seguir enriqueciendo la ley Lucio.
