Estuvo en diálogo con “La Redacción”, la psicóloga Laura Piñero, refiriéndose al bullying en los espacios de adolescentes, como en el de los adultos, “creo que hay mucho más bullying entre los adultos que entre los adolescentes” afirmó.
El bullying, definido por Piñero, “son formas de violencia que hacen los jóvenes a espalda de los adultos, estas formas de violencia, muchas veces son manipulación, hostigamiento, coacciones, amenazas. Para que sea bullying no tiene que considerarse el hecho aislado, se tiene que dar de manera repetitiva y la víctima termina en una situación muy mala, muy indefensa. Generalmente, se manifiesta en las escuelas, un club y las redes sociales con mucha más virulencia”.
Sabiendo esto, la psicóloga plantea que los adultos son en parte responsable por esta conducta de los niños, “creo que hay mucho más bullying entre los adultos que ente los adolescentes, si ves alguno programa radial o televisivo, se fogonea mucho el odio social”.
Asimismo, sumó que “este clima de odio social, de intolerancia genera que conductas adolescentes tengan más virulencias. El bullying siempre está en relación con el odio al diferente que puede ser por una condición de peso, por una condición de género, por una condición social, entonces los adolescentes actúan, pero quien les da el guion es la comunidad donde viven”.
También refirió a los climas que se generan en las diferentes instituciones, tanto en un ámbito educativo, como laboral o un mismo club, “los climas son muy importantes, a veces hay que “perder tiempo” para poder genera mejores climas de convivencia y no tanto ir al resultado cueste lo que cueste. Es tal la competencia que tiene los padres para que los hijos se destaque que también eso es una forma de coacción hacia los jóvenes”.
Como solución a esto, Piñero cree en un paradigma de tolerancia, “de diversidad donde las personas puedan tener un lugar en la sociedad sean como sean, sean desde su condición de género, de clase, de etnia, no puede ser que una persona por ser pobre, ser gay, gorda o incluso por destacarse socialmente, sea un objeto de violencia”.
Además de abrirse al diálogo, “la idea es no tenerle miedo a hablar, porque en general la violencia cuando se la pone en palabras, baja la violencia, cuando no se habla o se mete el conflicto bajo la alfombra, la violencia tiende a crecer” remarcó.
Finalmente, por el lado de la educación, explicó que es un error centrarse en los contenidos, porque en unos años cambian, “tenemos que enseñar valores y contenidos que sean más analítico, que sean más para el pensamiento crítico, porque está el peligro de no pensar, de no repensar para que estamos educando” cerró.
