El Decano de la Facultad de Ciencias Veterinarias se refirió a la falta de disponibilidad de viviendas en alquiler y aseguró que el número de ingresantes damnificados por la situación “es muy elevado”.
Desde un principio, el objetivo de la nueva Ley de Alquileres era darle un reparo a quienes necesitaban alquilar una vivienda frente a las abusivas subas por parte de inmobiliarias y propietarios. Sin embargo, termino siendo perjudicial para ambas partes y hoy dificulta más que nunca el acceso a un techo digno para familias o estudiantes.
Conforme a los datos arrojados por el propio Ferrán, “el 85% de las y los estudiantes vienen de afuera y solo el 15% pertenece a la ciudad de General Pico“, lo que implica que la existencia de disponibilidad de viviendas para estudiantes que llegan desde afuera sea clave, ya que además le permite a la facultad seguir creciendo.
“Desde hace 4 años venimos experimentando un crecimiento y en ese periodo duplicamos la cantidad de ingresantes y creemos que podemos seguir creciendo, sobre todo porque hemos incorporado una carrera nueva y seguramente lo haremos también en el futuro para mejorar la oferta académica”, aseguró el Decano de Ciencias Veterinarias.
Ante esta situación, sostuvo “necesitamos la colaboración de la ciudad y de aquellas personas que tienen casas con posibilidad de ser alquiladas, ya que es la forma de que esto funcione”.
Por su parte, Alberto Corsi, quien forma parte de la agrupación Franja Morada, manifestó que actualmente la cantidad de estudiantes que busca alojamiento es “un número muy elevado” y precisó que las estadísticas realizadas por la propia facultad, arrojaron que la mayor parte de las y los ingresantes tienen dificultades para encontrar un lugar donde vivir.
Además, comentó que existe un grupo de jóvenes ingresantes “que están viviendo en un hotel y están pagando día a día para poder estudiar”. De la misma manera, otros buscan hospedajes diarios y también hay quienes pueden permanecer momentáneamente en la casa de familiares hasta encontrar lugar.
Asimismo, expuso “el problema está en que solo sabemos de la situación de ingresantes, en el caso del resto, muchos decidieron dejar de alquilar y se fueron a sus casas, ya que la virtualidad lo permitía, pero ahora que volvimos el problema es mucho mayor”.
“Hoy en día el costo de un estudiante es de 30 o 40 mil pesos por mes. Es un aporte que realizan más de 1000 estudiantes de la Facultad de Ciencias Veterinarias, si lo multiplicamos es un ingreso considerable que va a alquileres, alimentos, ropa y servicios”, insistió Ferrán.
Por último, comentó “la elección de quienes buscan alquilar es indistinta, no priorizan privados por sobre inmobiliarias, sino que se aprovecha lo primero que se encuentra. Tenemos una cartelera permanente pegada en los vidrios de la facultad, donde todas las personas que ofrecen alquileres de forma privada pegan sus datos, pero eso desaparece enseguida”.
