Una chica contó cómo otra le avisó que un hombre la miraba de manera “constante e incómoda”. La historia en Twitter se volvió viral.
“Entre nosotras nos cuidamos”. Con esta frase miles de mujeres tratan diariamente de poner los ojos sobre los que les pasa a las otras, para así poder evitar ser víctimas de situaciones de violencia. Y este martes una historia de solidaridad entre dos jóvenes se volvió viral.
Una chica contó en redes sociales que otra mujer cuidó de ella arriba de un micro, al pasarle un papel escrito en el que le advertía que un hombre la estaba mirando en forma sospechosa.
“Siento mucha impotencia, ni siquiera se puede viajar cómoda y tranquila. Iba mirando una peli en el micro cuando una chica que estaba sentada atrás mío me pasa un papelito”, comenzó en Twitter Pilar, una de las protagonistas de la historia.
Esta compartió el mensaje de la otra protagonista, Elina, a quien le agradeció por avisarle y “estar atenta”. “Entre nosotras nos cuidamos”, concluyó en ese tuit, frase que también había elegido para cerrar el mensaje escrito en el papel su cuidadora.
Le escribió: “Fijate que el de la gorra roja te mira todo el tiempo. Yo me bajo en Trenque. Entre nosotras nos cuidamos”. Este tuit con la historia tuvo gran repercusión y se volvió viral, con 2.102 retuits y más de 52 mil likes.
Según consignó en su cuenta de la red social, la joven vive en la ciudad bonaerense América y en el mensaje al que hace mención, la joven que le pasó el papelito se bajaría en Trenque Lauquen, ciudades cercanas una de la otra.
El relato de “salvadora”
En diálogo con TN, Elina dijo que se subió al micro a las 22.50. “Ya había gente porque comienza el recorrido en General Pico (La Pampa), y subí en América. Yo me dirigía hasta Trenque Lauquen, que es donde actualmente vivo y trabajo. Adelante mío subió Pilar”, relató.
La mujer de 31 años detalló que Pilar se sentó delante suyo y que el resto de los asientos estaban casi todos ocupados. Que ambas salieron de América y fue allí cuando percibió que un hombre, con gorra roja y barbijo oscuro, se daba vuelta constantemente para mirar a Pilar.
“Al principio imaginé que la conocía o la quería saludar. Después me di cuenta de que no. Pilar no tenía acompañante y se acostó en las dos butacas. Pensé que estaba dormida, por eso decidí escribirle en un papel, para no despertarla”, detalló Elina.
Inmediatamente después se dio cuenta que Pilar no dormía, sino que tenía puestos los auriculares. “Se dio vuelta tras leer la hoja y le dije que no tenía problema en acompañarla, pero me contestó que no, que su bajada era en Pehuajó”, continuó con el relato.
“Me quedé hablando con ella porque este hombre no paraba de mirarla. Era constante e incómodo. El micro une General Pico con Retiro. En Trenque Lauquen vimos que se bajó. Nos quedamos unos segundos observando dónde iba, pero en la terminal se perdió. Desapareció”, continuó.
“Fue un momento de mucha incomodidad y miedo”, definió. “Una vez que se bajó acá le choqué el puño, le dije que no tenía nada que agradecerme. El tema es que somos de pueblos chicos y cuando viajamos a ciudades más grandes nos intranquilizan estas cosas”, detalló Elina.
Fuente: clarin.com