En el marco del 40º aniversario de la Guerra de Malvinas, los piquenses que fueron parte y lucharon para defender a la patria cuentan su historia en primera persona. En esta oportunidad, José Luis Gaitán rememoró todo lo vivido desde aquel 2 de abril de 1982 hasta el final de la guerra.
Recuerdan detalles, personas, vestimentas y hasta el clima de aquellos días en que con unos pocos años fueron enviados a defender una batalla que ya estaba perdida.
En esta oportunidad fue José Luis Gaitán rememoró todo lo vivido desde aquel 2 de abril de 1982 hasta el final de la guerra en junio del mismo año.
José Luis ingresó a la Armada en 1973 cuando tenía 18 años, ahí realizó toda su carrera. Algún tiempo después, en 1978, cuando Argentina y Chile tuvieron un principio de conflicto, fue tripulante del Crucero Belgrano. Para 1982, a sus 27 años, ya era personal de cuadro y, sin saberlo, sería parte de una de las guerras más históricas de las que Argentina fue parte.
En primer lugar, relató “a fines de 1979 salí con destino a otro buque llamado Santísima Trinidad, el cual tenía un diseño gemelo al navío inglés Sheffield. Regrese al país en diciembre de 1981 y el 28 de marzo zarpamos desde Puerto Belgrano con el rumbo sur, pero no sabíamos a donde íbamos. Habíamos estado haciendo una navegación anterior a esa fecha y regresamos a puerto el 26 de marzo y nos encontramos con que en el muelle ya estaban los comandos, por lo que se nos dio la orden de desembarcar todo lo que era munición de ejercicio y embarcar la munición de combate. Lo primero que pensamos era que íbamos a hacer maniobras en conjunto, pero no se nos comunicó nada en ese momento y cuando vi que íbamos por rumbo sur lo primero que creí fue que había un conflicto con Chile porque a qué otro lado podíamos ir”.
Recuerda que algunos días después sacaron el helicóptero del buque en el que se trasladaba y la incertidumbre seguía presente. “Se me dio por ir al hangar a donde estaban los comandos y ahí habían desplegado el mapa de Malvinas, en ese momento me di cuenta a donde íbamos y se empezó a correr por todo el buque, más tarde nos comunicaron que íbamos a tomar las islas“, expresó.
Según su relato, llegaron a Malvinas el 1º de abril a las 22 hs por Bahía Enriqueta, una especie de canal con muy poca profundidad, algo que generaba preocupación ante la posibilidad de quedar encallados y ser un blanco fácil para los enemigos.
“El buque tenía un solo cañón y misiles, yo operaba la caja de emergencia, por lo que en caso de que dejara de funcionar la parte principal pasaba a operar yo. Empezó el desembarco y comenzaron a salir rumbo a las islas, una imagen que no se me va a borrar nunca, en ese momento la luz de un faro se apagó y lanzaron una bengala. Creí que se venían más tiros, pero detrás de nosotros venía un submarino con comandos y su misión era tomar el faro y lanzar la bengala como señal”, rememoró.
Asimismo, destacó “en el caso de la Armada, contábamos con algunos buques nuevos e igual eran de la Segunda Guerra Mundial y teníamos que enfrentar a una flota inglesa que conocíamos bien, sabíamos que eran superiores a nosotros. Muchas veces pueden tener más tecnología, pero vimos lo que paso con el tema de la aviación, tenían muy buenos aviones, pero nuestros pilotos eran otra cosa”.
Al ser consultado sobre sus sensaciones en aquel momento, aseguró “nunca tuve miedo, no sé por qué, a nosotros se nos aconsejaba dormir vestidos, yo no dormía vestido, me acostaba como si estuviera en mi casa, nunca tuve ese miedo de decir vamos a entrar en combate. Cuando llegaban los partes de los rescatados yo me fijaba porque tenía un montón de amigos e incluso a mi hermano, quien nunca apareció en el listado, para mí él estaba muerto, pero a mí no me afligía eso, me afligía mi papá y mi mamá”. Finalmente, José Luis se reencontraría con su hermano en Campo Sarmiento.
Sobre el final, remarcó “nosotros estuvimos hasta último momento y más allá de los 74 días porque después, a medida que traían a los prisioneros que habían tomado los ingleses, tuvimos que escoltar el Camberra hasta Puerto Madryn y luego de nuevo hasta que se fuera, fuimos de los últimos en regresar“.
