- Es oriundo de Eduardo Castex. Viajó a Córdoba a estudiar para crecer como programador. Armó su propia “fintech” apuntando a los pagos virtuales. Desde Córdoba, se expande a Latinoamérica y a España.
Román Sarria es un emprendedor ciento por ciento tecnológico: cuando su función de CEO lo estresa, descansa escribiendo códigos de programación.
A los 10 años empezó a programar. Maneja entre 45 y 50 lenguajes de programación y, ahora que tiene 33, es el CEO de una fintech (finanzas digitales) que trabaja en forma totalmente virtual.
Apunta a los pagos online, con la certeza de que, tras la revolución digital que se desató en plena pandemia, ahora se viene la fusión de la economía online con el mundo físico.
–¿Es cierto que empezaste a programar a los 10 años?
–Sí, fue amor a primera vista (risas) a los 8 años, cuando mi abuela compró la primera computadora para controlar la facturación de la empresa de transporte que tiene mi familia. Yo soy de Eduardo Castex, en La Pampa, un pueblo que en ese momento tenía ocho mil habitantes.
–Me imagino lo que habrá significado para vos siendo un niño…
–A mí me gustaba saber cómo funcionaban las cosas. Así que cada vez que mi abuela se levantaba, yo me ponía a hacer algo en la computadora. Me tenía que echar para que ella pudiera trabajar. Así que a los 10 años mis viejos hicieron el esfuerzo y me compraron una. Pero en Castex, en aquel momento, era un delirio aprender a programar.
–¿Y qué hiciste?
–Era un poco insoportable. Así que a la semana los convencí para que fuéramos a Santa Rosa a la única librería en la ciudad que tenía libros de programación. Así empecé a programar. Al poco tiempo, el hijo de una amiga de mi abuela, que hacía softwares administrativos me ofreció sus clientes porque él ya no podía atenderlos. Así arranqué, haciendo sistemas administrativos en el pueblo durante años, hasta los 17, que me vine a vivir a Córdoba. De ahí salió lo que es Mobbex en la actualidad.
–¿Qué es Mobbex?
–Empezó hace ocho años, como un sistema para cobrarles a mis clientes, a los cuales les hacía software. Empezó a crecer y en un momento me di cuenta de que no solamente lo podía hacer para mí, sino que lo podía ofrecer a terceros. Arranqué con dos socios, Gerardo Vittorelo y Atilio Cerbán, quienes dejaron la empresa el año pasado.
–¿Ustedes hacen sistemas de cobros?
–Más que eso. Creamos soluciones para que los comercios eficienticen sus finanzas en este ecosistema. Hacemos sistemas de pagos para comercio electrónico, para puntos de venta físicos, link de pagos, link de ventas, plataformas de suscripciones (que es todo un universo de distintas soluciones de cobranzas), fidelización, billeteras digitales, cuentas corrientes virtuales y clásicas, notificaciones, prevención de fraude, gateway (pasarelas de pagos) para criptomonedas, inversiones y otras soluciones más.
–Son casi un banco.
–En estos tiempos aumentó la tensión entre los bancos y las fintech. Así como para todo ser humano lo desconocido causa algo de miedo, el sector bancario desconfía de las finanzas virtuales. Hay distintos tipos de fintech. En Mobbex, nos gusta definirnos como aliados del sector bancario, trabajar con ellos para ver cómo podemos crecer y evolucionar en conjunto. Sobre todo ahora que se vienen los Pagos 4.X.
–¿Qué son los Pagos 4.X?
–Es como un mundo financiero en 360 grados. Es un ecosistema de soluciones que incluye pagos, open banking (soluciones financieras con códigos abiertos), inversiones y finanzas embebidas. Son tecnologías que permiten que cualquier empresa se convierta en una fintech, porque el mundo online empezó a fusionarse con la economía física.
–Ya no se puede separar el negocio virtual del físico.
–Claro. El comercio electrónico entró en una etapa de maduración donde van a estar unidos la venta virtual con el negocio físico, va a desaparecer esa línea divisoria que separaba el mundo presencial del virtual. De lo contrario, el desgaste para las empresas de manejar dos negocios será muy grande.
–Esto explotó durante la pandemia, ¿no?
–En Argentina, la pandemia fue la adolescencia del comercio electrónico. Los negocios que todavía no tenían en cuenta el comercio electrónico se encontraron con esa nueva etapa en la vida, que es un poco caótica y desordenada, pero que debían afrontar. Recién ahora está empezando a terminar ese ciclo y comienza a ganar madurez. Fue un momento de mucho estrés.
Para Sarria, en estos dos años de pandemia el comercio electrónico en Argentina transitó su adolescencia. Ahora, empieza la etapa de la madurez.
–¿Por qué?
–Porque Mobbex multiplicó por 16 sus operaciones. En cuatro meses, crecimos lo que pensábamos lograr en tres años, con inversión y con fuerza de venta. Pasamos de un equipo de cuatro personas a 40, lo que implicó una expansión desordenada. Ahora, nos acomodamos en 35 personas que trabajamos totalmente online, sin oficinas, a través de la plataforma Microsoft Teams.
–¿Cuántos negocios atienden?
–Aproximadamente 40 mil comercios. Los más grandes están en Córdoba, porque la filosofía de Mobbex es estar siempre cerca del cliente. Pero estamos empezando a llegar a todo el país, y ya comenzó la expansión en Chile y en México. Siempre basados en alianzas.
–¿Cómo es eso?
–Fuimos invertidos por Alaya. También nos aliamos con Tiendanube para ofrecer nuestros sistemas de pagos a las tiendas online, con Facturante, para automatizar facturación; y ahora con socios británicos, para ofrecer operaciones con criptomonedas. Nos gusta crear comunidades con nuestros aliados y ver qué podemos construir en conjunto.
–¿Se vienen los pagos con criptomonedas?
–Las criptomonedas son un fenómeno imparable. Comenzaron como una inversión de nicho y ahora se convirtieron en una nueva forma de resguardar valor porque, con la inflación generada por la emisión monetaria en tiempos de pandemia, las monedas de los países tradicionales dejaron de dar la sensación de seguridad. Esto va a revolucionar los sistemas financieros mundiales.
–¿En qué sentido?
–Con monedas virtuales, podés operar en todo el mundo. Que los bancos acepten stablecoin (criptomonedas estables atadas al dólar) como parte del resguardo de valor de sus activos va a generar un cambio paradigma muy fuerte. Que las personas puedan evitar costos altísimos para mover dinero, y así guardar capital con una moneda que no está atada a los problemas de un gobierno, es un cambio muy importante.
–¿Qué se viene en el futuro de Mobbex?
–Estamos trabajando muchísimo en nuevos medios de pago, mecanismos para que los comercios puedan mejorar su finanzas, darles nuevos medios de pago, ofrecer crédito, cobrar con criptomonedas. Hemos desarrollado soluciones para evitar el fraude. También vamos a expandirnos a nuevos países.
–¿A dónde?
–La idea para este año es entrar en Uruguay, Paraguay, Perú y España. Hemos logrado generar la capacidad de abrir nuevos mercados en forma muy rápida, trabajando con diferentes aliados.
–Supongo que ya dejaste de programar.
–Ahora, me toca el ruedo de lo administrativo. Pero no puedo con mi genio. La semana pasada estuvo toda cargada de reuniones. Así que esta semana la cerré por completo. Dije: “Necesito escribir códigos”. Es como mi yoga. Programar me relaja.
Fuente: La Voz del Interior