Un grupo de 16 mujeres exigió que no dejen competir a una atleta que como hombre estaba en el puesto 460 y ahora lidera las competencias femeninas.
Una situación tensa y controversial surgió en Estados Unidos: un grupo de compañeras de equipo de la nadadora transgénero Lia Thomas les reclamaron a las autoridades deportivas universitarias de Estados Unidos seguir las nuevas reglas de USA Swimming que le impediría competir a la deportista.
Fue en una carta enviada a la Universidad de Pensilvania y la Ivy League por la exnadadora olímpica Nancy Hogshead-Makar: 16 nadadoras argumentan que a Thomas se le debe impedir participar en competencias femeninas.
Thomas dominó la natación femenina universitaria de Estados Unidos, donde hace unos años compitió como hombre, con el nombre de Will. Su caso dividió a la opinión pública: algunos argumentan que tiene una ventaja fisiológica injusta, mientras que otros dicen que se le debe permitir competir libremente como mujer.
El martes, el organismo rector de la natación en Estados Unidos, USA Swimming, dio a conocer nuevas pautas que incluyen un umbral más estricto para la testosterona.
Las nuevas pautas no mencionaron explícitamente a Thomas, pero se consideró que le dificultaban competir en encuentros importantes como la Ivy League y los campeonatos de la Asociación Nacional de Atletismo Colegiado.
Aunque algunos miembros del equipo de natación de la Universidad de Pensilvania expresaron su apoyo al derecho de Thomas a competir, una parte del equipo dijo el jueves que no se le debería permitir competir en competencias femeninas.
Los nombres de las 16 nadadoras no se incluyeron en la carta enviada por Hogshead-Makar, directora ejecutiva de Champion Women, una organización sin fines de lucro que brinda defensa legal para niñas y mujeres. Ellas argumentaron que si bien apoyaban la identidad de género de Thomas, “la biología del sexo es un tema separado de la identidad de género de alguien” en el deporte.
“Biológicamente, Lia tiene una ventaja injusta sobre la competencia en la categoría femenina”, decía la carta, apuntando que la clasificación de Thomas escaló del puesto 462 como nadador hombre al primer lugar como mujer.
Las nadadoras agregaron que les habían advertido que serían expulsadas del equipo si hablaban en contra de Thomas. “Apoyamos la salud mental de Lia y le pedimos a Penn y a la Ivy League que también apoyen la nuestra”, añade la carta.
“El deporte es competitivo por definición, y las victorias, récords y honores de Lia no deberían ocurrir a costa nuestra, las mujeres que han trabajado toda su vida para ganarse un lugar en el equipo de natación femenino de Penn”, dice la carta.
Fuente: ole.com.ar