Entre Ríos: a sus 89 años Hilda termina la escuela Primaria como escolta

Entre Ríos: a sus 89 años Hilda termina la escuela Primaria como escolta
15 Diciembre, 2021 a las 10:35 hs.

Hilda Ramírez vive en Viale y ya es tatarabuela. Logró cumplir un sueño, y con honores: en el acto de colación acompañará al emblema nacional.

Hilda Ramírez tiene 89 años y vive en Viale. Este miércoles será un día muy especial para ella y para su familia, compuesta por cuatro hijos, 16 nietos, 25 bisnietos y dos tataranietos, ya que a su edad cumplió el sueño de recibirse en la escuela Primaria de Jóvenes y Adultos Nº 114 “Hans Christian Andersen”. Y el orgullo es doble: en el acto de colación que se hace esta noche, a las 20.30, será la primera escolta.

Será un merecido reconocimiento a quien estudió mucho durante los tres años que dura el cursado, que en su caso fue interrumpido para cuidar a su esposo cuando enfermó, pero al enviudar lo retomó.

La mujer, que vivió en el campo hasta hace unos 15 años, se crió trabajando en las cosechas, ayudando a su familia con estos quehaceres desde corta edad. “Siempre me gustó estudiar y quería seguir la escuela, pero éramos pobres, vivíamos en el campo, no había escuelas cercanas con más grados y venir a estudiar a Viale estaba lejos de mis posibilidades”, contó a UNO.

Su historia se hizo conocida hace unos meses, cuando se supo que para ir a clases caminaba 20 cuadras, entre ida y vuelta, y entusiasmada comentó que ahora también va a pilates y que el lugar donde lo practica queda cerca de la escuela, por lo que realiza el mismo trayecto dos veces al día. El lunes fue al ensayo de la bandera y caminó un poco más.

En una consulta médica le recomendaron que haga alguna actividad para conservar su salud, y al estudiar y hacer pilates viene cumpliendo sobradamente con este consejo. Muy activa, Hilda participó a lo largo del año en diferentes actividades escolares, y mientras agradece a Dios, a su familia, y especialmente a sus nietos, de los cuales tres viven con ella, compartió su decisión de no seguir la Secundaria el próximo año, y confió cuáles son los motivos: “No es que no tenga voluntad de seguir. A mí la escuela me gustó siempre, pero ahora me voy a dedicar a mis nietos. Ellos trabajan y si siguiera estudiando, como la Secundaria es de noche me tendrían que llevar y buscar. Además, con ese horario de cursado en el invierno qué voy a hacer, con los fríos me voy a engripar o enfermar de algo. Así que doy gracias a Dios por lo que me ha dado hasta acá y me quedo ahora en mi casa, que si bien no tengo ninguna clase de lujos, no me hace falta nada y tengo comodidades”, expresó.

Hilda tiene nietos, bisnietos y tataranietos.
Gentileza: Graciela Ramírez

Por otra parte, agradeció a la comunidad educativa, sobre todo a los docentes: “Me trataron muy bien. Tuve una maestra cuando empecé la escuela y después trabajé con ella como empleada en su casa”.

Mientras habla, Hilda se ríe constantemente, compartiendo su felicidad de haber llegado a esta instancia, aunque por segundos se le cuela la nostalgia de no poder compartir este logro con quien fue su compañero de vida durante más de seis décadas: el lunes se cumplieron 11 meses del fallecimiento de su esposo. “Él era una buena persona, tenía un gran corazón y nunca me faltó nada”, destacó, y agregó: “Ahora doy gracias Dios por los nietos que tengo a mi lado, ellos me cuidan, están conmigo, también uno de mis hijos vive cerca”.

Graciela, una de sus hijas, contó a UNO que su madre es un ejemplo a seguir y subrayó: “Ver que mi mamá se recibe para mí una gran satisfacción, porque es verla cumplir un sueño, que era el de terminar la Primaria. Y con esto de ser la primera escolta es doblemente gratificante, un orgullo”.

Hilda quedó como primera escolta de la bandera.
Gentileza: Graciela Ramírez

A su vez, comentó que cuando Hilda le dijo que quería terminar la escuela, en principio pensó que era un comentario al pasar, pero un día supo de la oportunidad que los adultos tenían de terminar la Primaria y la Secundaria y su mamá se anotó. Sobre este punto, reflexionó: “Ella se crió en el campo y no fue a la escuela Primaria porque trabajaba. Antes no existía la tecnología que hay ahora y cosechaban a mano. Sus papás eran chacareros, y después se casó con mi papá, que era policía, y se dedicó a la casa, a los hijos, crió nietos y bisnietos”.

“Ella siempre estuvo cuidando a mi papá. En marzo hubiesen cumplido 64 años de casados. Cuando mi mamá pasó a segundo año, él se enfermó y ella dejó la escuela para atenderlo hasta el último momento, hasta que él falleció, a principios de este año”, refirió, y por último destacó: “Durante la pandemia mi mamá dejó la escuela. Este año, cuando retomó, tenía una semana de clases presenciales y la siguiente era virtual. Cuando le tocaba de este modo la maestra le llevaba las tareas a la casa”.

Fuente: unoentrerios.com.ar

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