El amigo de Lucas González que manejaba el auto aseguró que “nos dijeron que nos tenían que dar un tiro en la cabeza a cada uno”

El amigo de Lucas González que manejaba el auto aseguró que “nos dijeron que nos tenían que dar un tiro en la cabeza a cada uno”
20 Noviembre, 2021 a las 20:00 hs.

  • El joven contó el maltrato que sufrió por parte de oficiales de la Policía de la Ciudad luego de que miembros de esa fuerza asesinaran al futbolista de 17 años

Julián, el conductor del auto donde viajaba su amigo Lucas González, asesinado por efectivos de la Policía de la Ciudad, contó a Telenoche contó cómo los policías los maltrataron luego de asesinar a Lucas. “Nos trataron como unos villeritos y nos dijeron que nos tenían que pegar un tiro en la cabeza a cada uno”, dijo el joven.

El amigo de Lucas contó que después de que le dispararon a Lucas, cuando los detuvieron, los policías no ayudaron al joven herido de bala en la cabeza. Cuando escaparon con el auto, ellos no sabían que quienes les dispararon eran policías por lo que justamente buscaban ayuda de oficiales que los ayudaran.

“Pasaron dos mujeres policías y no fueron capaces de ayudarme, sólo me dijeron que me baje del auto. Cuando llegaron mas policías, nos pusieron contra las rejas. Me trataron como un delincuente, me rompieron toda la remera, me preguntaron de dónde éramos, les contestamos y nos trataron de villeros, que nos tenían que dar un tiro a cada uno” detalló.

“Nos preguntaron donde tenía el arma con la que maté a mi amigo y donde tenía la falopa. En todo ese tiempo no fueron capaces de darle asistencia”, relató.

El joven además contó cómo fueron los momentos previos al asesinato y lo que vino después. “Salíamos de entrenar y queríamos ir a nuestra casa a ver a nuestras familias, íbamos a decirles que nos habían dado una oportunidad. Estábamos felices que íbamos a jugar juntos, que era lo que más queríamos, estuvimos hablando de eso en el viaje”, dijo.

Después, pararon a comprar un jugo en la esquina del predio, Lucas bajó a comprar, se subió y estaban llegando a un semáforo cuando se les cruzó un auto que no tenía sirena y no se identificó. “Me cruza el auto y el conductor se baja con un arma, yo de la desesperación me nublé y salí”.

“No nos perdonaron y empezaron a disparar, fueron horribles los disparos. Todo lo que hice fue irme, no me acuerdo nada. Entré en razón cuando mi amigo empezó a gritar por Lucas, miré de reojo y estaba mal, lo vi muy mal. Pasó un flash y todo fue silencio”, describió.

También explicó que el joven que supuestamente se había profugado, se fue por la desesperación y que su otro amigo se bajó del auto para buscar ayuda, al igual que él.

Julián subrayó que quería buscar un policía que los ayude y contó que pasó un patrullero, le tocó bocina y le hizo luces para llamar su atención pero que no les dieron “ni pelota”.

“Yo quería que ayuden a mi amigo, no lo iba a dejar solo a Lucas, se me puso en la rodilla y me acariciaba la pierna con la mano”.

Por su parte, Javier, el padre de Julián, contó que el policía que redujo a su hijo, se le acercó para contarle su visión de los hechos. “Él se bajó de la moto y le habían dado el alerta de que supuestamente había unos delincuentes. Al bajarse y agarrarlo a Julián para tirarlo al piso, dijo que la miró a la compañera como diciendo ‘¿Qué estamos haciendo?’, porque ellos saben cuando uno es un delincuente”.

Según Javier, el policía le dijo: “Nosotros nos damos cuenta cuando un chico es bueno. Lo que hicieron no tiene palabras, porque se equivocaron en todo momento”.

Por otro lado, la mamá de Julián contó que cuando su hijo la llamó para avisarle que les quisieron robar y que le pegaron un tiro a su amigo, le preguntó dónde estaba, y él le cortó. Ella desesperada no sabía adónde ir a buscarlo. Fueron con su hermano al lugar del hecho y le dijeron que su hijo no estaba ahí.

“Me tuvieron como maleta de loco porque me mandaron al Hospital Penna, donde me dijeron que entró un herido de bala por un robo. Les pregunté si era Joaquín, Lucas o Julián y no me supieron responder. Nadie sabía nada y les dije que me lo dejen ver porque yo los conocía y me dijeron que no podían”, relató la mujer.

Después, un policía consultó por handy y le dijeron que estaba en la comisaría, pero tampoco estaba allí. Hasta que al final lo encontró enfrente del lugar de los hechos en una crisis de llanto.

Por último, la mamá de Julián concluyó: “Nadie del Estado les dio una ayuda psicológica, llevó a su amigo en las piernas con una herida de bala y la policía no los ayudó”.

Además la madre del chico dijo que “es obvio que les plantaron un arma”, porque recién a las 18:00 llamaron a los testigos para ver, y en el medio pasó mucho tiempo, en el que los tuvieron sin poder acercarse al auto.

Fuente: TN

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