Hoy les pedimos que observen en detalle las construcciones de nuestra ciudad, que aunque parezcan estáticas, son organismos vivos, que evolucionan a través de los tiempos guardando en algún rinconcito características del período en que fueron proyectadas o construidas.
La edificación de General Pico tuvo y tiene procesos de renovación constante ya que desde sus inicios la ciudad se caracterizó por generar cambios que muestran signos de progreso y modernidad adaptándose a las tendencias, o en estos tiempos a la pandemia. Notamos cómo las escuelas modifican sus espacios, y vemos nuestros lugares cotidianos con otros ojos.
Pero… ¿Cómo se imaginan las primeras viviendas? Tengamos en cuenta las distancias y los medios de transporte existentes.
Las primeras viviendas fueron de chapa, con revestimientos interiores de cartón o placas prensadas, del estilo de “La Fundadora”, la primer iglesia o las casitas del ferrocarril que todavía podemos ver en calle 19 entre Avenida San Martín y calle 18.
Luego de esta etapa “primitiva”, llegaron las casas de mampostería, que eran levantadas básicamente por constructores italianos y españoles que dejaban impreso su “sello”. Hay edificaciones típicas que se pueden diferenciar claramente porque tienen la particularidad de estar construidas sobre la línea de la vereda, con cubiertas de chapa con escurrimiento único hacia el fondo y albergan en el espesor de sus muros del frente, frontones, molduras de cornisas, adornos, rehundidos, estriados, etc., que muchas veces se hacían con ladrillos cortados a 45°. Los muros tenían un espesor de 45 centímetros en el frente, 30 centímetros en laterales y 15 centímetros en interiores.
La superficie de los espacios habitables actuales es sensiblemente inferior en planta y sobre todo en altura, además los muros, han reducido hasta en un 50% su espesor.
En líneas generales podemos ver que “la casa” es proyectada de acuerdo a las pautas generales en boga establecidas por la sociedad y la arquitectura del momento, no sólo en sus aspectos estilísticos o formales sino también en cuanto a las exigencias funcionales.
Veamos ejemplos de cómo evolucionaron y se adaptaron las construcciones a los nuevos estilos y funciones.
Es muy interesante comprobar cómo los adelantos tecnológicos, los acontecimientos económicos y las familias que las habitan generan en las construcciones modificaciones mayores o menores, simples reacomodamientos o bien reformas o refacciones.
Mirando los planos o las fotos antiguas podemos notar el baño en los fondos, lo cual nos indica el uso obligado de la bacinilla nocturna y el inevitable recorrido por el patio para llegar a él. La incorporación del auto a la vida familiar, provocó la construcción de un garaje. El crecimiento de los hijos o el envejecimiento de los padres generó la construcción de nuevos dormitorios. El cierre de fuentes laborales determinó la construcción con las indemnizaciones de locales comerciales o la adaptación de una habitación de la casa para el funcionamiento de un pequeño negocio.
En resumen esas construcciones y sus características distintivas son aquellos componentes que nos dan identidad como ciudad y son capaces de comunicarnos a los seres humanos que somos de aquí , que estamos en casa.
Hoy buena parte de estas primeras residencias cambiaron su finalidad y su destino, y se convirtieron en comercios o sede de instituciones, mientras que otras, menos afortunadas desaparecieron en pos del progreso.
Las construcciones de General Pico son maravillosas y nos recuerdan el pasado, nos muestran el presente y nos hacen soñar un futuro. Parados frente a nuestra casa materna, mirando los cimientos de nuestro futuro hogar o disfrutando del sol que entra por nuestra ventana, las construcciones nos transportan a distintos momentos de nuestra historia, pero indudablemente el conjunto de ellas nos dice: ¡Estamos en General Pico!
