La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner participó junto a Axel Kicillof y Martin Insaurralde de un acto de entrega de 10.000 tablets del plan Conectar Igualdad donde realizó críticas a Macri y aseguró que durante su Presidencia no se “tomaban préstamos para la timba financiera, pero sí para la inversión y para hacer obras públicas”.
Cristina pronunció un discurso de claro contenido electoral en el que destacó su gestión durante 2007 y 2015. “Teníamos el mejor salario mínimo vital y móvil en dólares de toda América Latina. Estábamos en un país donde tomábamos las decisiones económicas con autonomía”, subrayó la ex mandataria durante el acto en Lomas de Zamora y con el que se metió en la campaña para las elecciones legislativas de este año.
Con críticas a la gestión del ex presidente Mauricio Macri, principalmente por la deuda contraída con el FMI, la vicepresidenta arengó: “Cuando esta pandemia termine los poderosos van a ser más poderosos, los ricos más ricos y los pobres más pobres, por eso tenemos, por representación histórica, que abordar este debate con todos los argentinos piensen como piensen y estén donde estén”.
Cristina Kirchner sostuvo en relación al endeudamiento de 45.000 millones de dólares que contrajo la gestión de Macri que “este Gobierno tiene que pagar una deuda que no contrajo” y destacó que “hay que escuchar a los que la contrajeron esta deuda criminal para ver cómo hacemos para pagar esto sin someter al pueblo argentino” .
La vicepresidenta aseguró en el acto de Conectar Igualdad que los opositores “que dicen sarasa no crean que por difamar al otro se pueden ganar elecciones”, en referencia a las campañas mediáticas que propician en contra de las vacunas y los cuidados que lleva adelante el Gobierno nacional en el marco de la pandemia por coronavirus.
Además, afirmó que es necesario que todas las fuerzas políticas aborden el debate sobre cómo hacer que el país se recupere en la pospandemia porque, advirtió, luego del coronavirus “los poderosos van a ser más poderosos y los débiles más débiles”. “Vamos a necesitar sentarnos en serio para ver cómo hacemos; tenemos la responsabilidad histórica por convicción personal y representación popular de abordar este debate”.
