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¿Ya te sacaste la foto con la obra «Pichikun» que hay en General Pico?

¿Ya te sacaste la foto con la obra «Pichikun» que hay en General Pico?
28 Abril, 2021 a las 17:10 hs.

Desde que se colocó hace unos días frente a la Municipalidad de General Pico, muchos de los que pasan en el lugar aprovechan para sacarse una foto. «Pichikun», como lo llamaron sus creadoras, es parte de la fauna pampeana. «Hoy Pichikun está instalado recibiendolos en la Municipalidad de General Pico y ya es de todos».

En un video publicado en la red social YouTube, sus creadoras contaron que se trata de parte de un proyecto que llamaron «fauna pampeana». En este caso trabajaron en esta obra de arte Mariela Mainsterrena, Bibiana Tittarelli y Gabriela López. «Lo que hacemos normalmente cuando queremos encarar algún proyecto es convocarnos para bocetar y bueno para trabajar juntas. Lo que tiene de especial el trabajo junta, así de esta manera cooperativa o comunitaria, es que podemos pensar en distintos proyectos con diferentes materiales y con diferentes maneras de llevarlo adelante porque contamos con la fuerza de los tres para hacerlo», explicó López.

«Entonces es mucho más fácil imaginar, es mucho más libre a la hora de pensar en un proyecto para un espacio público o cualquier otro tipo de trabajos que requieran demasiadas colaboración. Nosotras generalmente lo que hacemos es compartir esas ideas, ponernos de acuerdo y empezar a trabajar como si eso que elegimos fuera de cualquiera de nosotros», aseguró.

Proyecto Pichikun – Video Franco Ferreyra

Por su parte, Bibiana Tittarelli, indicó que «Para esta ocasión, para este Pichikun, la técnica que elegimos es la de la chapa batida y soldada con eléctrica. Es una técnica que venimos desarrollando desde el 2017 que fue el 2016 que fue la época en que contactamos a Guillermo Rigattieri. La técnica consiste en armar primero una estructura de alambre o de hierro, en este caso la de hierro, y sobre esa estructura ir como copiando o generando, recreando, la piel del animal que elegimos representar. En este caso nosotras lo que hicimos fue tratar de jugar con las texturas, con algunas texturas que son típicas de este este animal que elegimos y también con los gestos. Está cuestión de de la audacia o de la ligereza o de los movimientos veloces que tiene a veces para escapar de sus predadores y para manejarse en esta fauna tan agreste que tiene La Pampa».

Explicó que «al final del proceso lo que hacemos es protegerlo con un poco de ácido, que reivindica el óxido del metal y después un barniz que va a hacer que se proteja un poco de la de la intemperie. Pero en realidad cuando elegimos el metal como material, lo elegimos precisamente por eso, por la fuerza que tiene por la resistencia que tiene y también porque cuando derrite, solidifica y se oxida genera una sensación que es bastante emocionante ver».

«Una de las intenciones que tiene este proyecto -contó Mariela Mainsterrena-, más allá de reproducir o de jugar fantásticamente con la fauna pampeana, uno de los objetivos también fue y es el trabajar de un modo en que los demás puedan saber y estar empapados en cómo es la técnica, como es el trabajo. Creemos y estamos convencidos de que lo bueno quien nos vea trabajar va a poder valorar aquello que hacemos. Uno no puede valorar lo que no conoces».

«La pampa es un lugar inmenso y además lejano», afirmó Mainsterrena y contó que «esto porque aunque reside en el centro de nuestro país, su pueblo originario lo habitó desde tiempos remotos. Consolidando una población en la que convivían con hábitos y costumbres comunes hombres, mujeres, niños y niñas. En ese contexto de soledad y silencio, el viento los pájaros y los muy diversos animales, junto a las carillas y la arena, eran los reyes del lugar. Cada uno dejaba su huella y entonces era compartida por los demás. Así surgieron corredores, voces, definiciones, teorías, saludos y unas gentes tan poderosas que aún hoy laten en nuestros propios gestos. Haciendo honor a aquellos pasos antiguos y sobre todo al andar de aquellas mujeres capaces de trasladar su toldo, cuidar sus crías, amar su tierra, salvar su fuego, procurar sus alimentos, vigilar sus estrellas y sus lunas, nace Pichikun».

Pichikun

Nace el fragor de este verano 2021, encierra gestos típicos, pero también algo de fantasía. Demostrando la sutileza y la picardía de quien se defiende de un paisaje siempre agreste. Subsiste, se reinventa y tal vez tal vez en esto nos parecemos. Animal, mujer, trabajo, horizonte, movimiento, poesía. Nace a partir del hierro material noble por excelencia, doblegado por la fuerza del calor de las eléctricas y el batido y el desbaste. Cada chispa un impulso. Lleva empresa la fuerza del trabajo en grupo, manos de mujeres que se unen en una tarea común, latidos comunes, huellas comunes, que se abren para otras, para otros, para otres. Todo con la fuerza poderosa de la memoria y un inmenso aliento milenario de mar evaporado.

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