María Eugenia Vidal: “Hoy siento que Juntos por Cambio no tiene jefes”

María Eugenia Vidal: “Hoy siento que Juntos por Cambio no tiene jefes”
25 Abril, 2021 a las 17:30 hs.

María Eugenia Vidal posterga las definiciones sobre su futuro político, pese a la creciente presión interna para que anuncie si competirá en la Ciudad o en la provincia en las legislativas.

La exgobernadora asegura que tomará una decisión “más adelante”, al filo del cierre de listas, ya que, advierte, la ciudadanía “está harta” de la especulación política, en especial en la pandemia. Sin embargo, tiene decidido hacer campaña en todo el país. Y, aunque elude dar señales concretas sobre en 2023, desliza: “Quiero transformar la Argentina”.

Mientras se libra la pelea entre la Casa Rosada y la Ciudad por las clases, Vidal reclama “diálogo” a toda la dirigencia para discutir “acuerdos concretos” frente a la crisis y la profundización de la pobreza.

Y, con un tono conciliador, se sumerge en las internas de Juntos por el Cambio. Subraya que la coalición “no tiene jefes” y necesita “ampliarse” para retornar al poder, al tiempo que marca matices con el ala dura de Pro: “No me siento una tibia; la firmeza no tiene que ver con el discurso”.

-¿Cree que la Nación, la provincia y la Ciudad deberían endurecer las restricciones ante la amenaza de un colapso sanitario?

-Las medidas para enfrentar esta enfermedad tienen que ser tomadas en base al diálogo y a la evidencia. Es urgente que el Gobierno vuelva a convocar al diálogo a las dos jurisdicciones. La pandemia no puede ser un tema en el que no haya acuerdo.

En cuanto a las restricciones, hay que ver día a día cómo evoluciona la enfermedad. Entiendo que la Ciudad tiene varios escenarios previstos en función de esa evolución, para que se pueda sostener la educación de la mejor manera.

-¿Hizo bien Larreta en tensar con el Gobierno por las clases?

-Horacio no tensó. El Gobierno tomó una decisión intempestiva, sin consultar a la Ciudad. Por eso, es urgente que se retome el diálogo. Desde el inicio de la pandemia, la Ciudad ha entendido que esto no puede ser político. No hay que perder la racionalidad.

-En su fuerza desconfían del Gobierno. ¿Usted cree en Alberto Fernández?

-No se trata de si yo le creo o no. Hay una responsabilidad institucional en un contexto de pandemia. Si uno es democrático, tiene que sentarse con las personas que los argentinos eligieron, más allá de tu opinión sobre ellos.

Su candidatura y 2023
-Aceptaron la propuesta para postergar las elecciones, ¿eso acelera la definición sobre su eventual candidatura?

-La decisión más importante ya la tomé: voy a ponerle el cuerpo a esta elección, como lo hice siempre, en la Ciudad, en la provincia y en todo el país. Si soy candidata o no, me parece más una formalidad. Además, este no es el momento de hablar de candidaturas cuando la gente está tan angustiada.

-¿Lo va a definir cerca del cierre de listas?

-Va a ser más adelante.

-¿Se siente presionada por otros referentes del espacio, que piden que anuncie si competirá o no para ordenar la interna?

-Lo único que me preocupa es lo que podamos hacer mañana, no en la siguiente elección ni dentro de dos años, para ayudar a ese argentino que se levanta todos los días a laburar y que no le importa si yo soy candidata o no.

-Sacó de su perfil de Twitter “orgullosamente bonaerense” y hay dirigentes que vieron en ese gesto una señal de que no va a competir en la provincia.

-Deberían ver mi historia y saber que tomo las decisiones más profundamente que en función de mi perfil de Twitter.

-¿Está más cerca de competir en la provincia o en la Ciudad?

-Nací en la Ciudad y la habité durante la mitad de mi vida. Fui ministra de Desarrollo Social y vicejefa de gobierno. Después me mudé a la provincia y me quedé por veinte años. Allí tuve a mis hijos y fui gobernadora. Soy un ejemplo de que la General Paz no es una división.

-¿Su candidatura la va a definir con Larreta?

-Por supuesto, lo voy a conversar con todos los referentes del partido, con personas que no hacen política, con mi familia. Nunca tomo decisiones intempestivas, sin escuchar. Pero, de vuelta, hoy no siento que sea la prioridad.

-En el libro habla de Macri y Larreta. ¿Horacio es su jefe político?

-Siempre les voy a estar agradecida por la oportunidad que me dieron. Hoy, siento que Juntos por el Cambio no tiene jefes y eso es una buena noticia, porque creo que tiene varios liderazgos y eso nos va a hacer construir mejor.

-¿Aspira a ser candidata a presidenta en 2023?

-Falta una vida para eso. Sé lo que quiero hacer con la Argentina. Quiero transformar mi país. Este país no me conforma, no es el que quiero para mis hijos. Y voy a poner lo mejor de mí para que eso suceda. El lugar que me toque lo va a definir la gente.

-Hay quienes piensan que usted podría ser un plan B de Larreta. ¿Es posible?

-En este momento de la gente me parece una falta de respeto adelantar la discusión presidencial de 2023. Los candidatos a presidente no se definen dos años antes de la elección.

-En su libro plantea que debería haber expresado más sus diferencias con Macri. ¿Por qué?

-Es una autocrítica mía, más que del gobierno de Mauricio. Sentí que podría haber dado una discusión más fuerte en algunos momentos de su gestión. Todos aprendimos y le vamos a poder ofrecer algo mejor a la gente, no solo en estas elecciones, sino en los próximos años, para sacar a la Argentina adelante.

-¿Qué aspectos debe modificar Juntos por el Cambio para tener chances de volver al poder?

-Lo primero es ampliarse. Hay que representar a la mayor cantidad de argentinos posible. Y, para eso, tenés que estar cerca. Ese es el mejor camino para Juntos por el Cambio.

-¿Siente que la propuesta de la coalición se renovó?

-Los valores se sostienen, no se cambian.

-¿Macri deberá dar un paso al costado en 2023, como hizo Cristina Kirchner en 2019?

-No. Mauricio tiene que elegir el lugar que quiere ocupar. Después, lo mejor de la política es que, al final, siempre decide la gente.

-¿Se imagina enfrentando a Larreta o Macri en una PASO de 2023?

-Todavía ni siquiera me imagino el 2023, menos me voy a imaginar si hay una PASO o no. Hoy, me preocupa que la política se ocupe de los problemas de la gente y deje de especular sobre esta elección o la siguiente. Eso harta a la gente.

-¿Por qué perdió con Axel Kicillof por amplio margen? ¿Pesaron más sus errores o la recesión de Macri?

-No sé si hay una cosa que pesó más que la otra. Sin dudas, hubo errores en mi gestión y en el gobierno nacional. No estuvimos a la altura de las expectativas que generamos. Lejos de que eso nos tenga que llevar a radicalizarnos o aislarnos, nos tiene que llevar a reflexionar y ser mejores.

La interna bonaerense
-¿Juntos por el Cambio tiene que sumar peronistas para enfrentar al kirchnerismo?

-Hay que tener una representación lo más amplia posible, que incluya a dirigentes de distintos espacios y a personas que nunca hicieron política y que están preocupadas por la Argentina.

-¿Podría liderar un peronista la boleta en la provincia?

-La tiene que liderar quien mejor represente lo que le pasa a la gente. Y hay muchos liderazgos en la provincia. Crecieron los intendentes, Cristian Ritondo, Diego Santilli y Jorge Macri o el propio Facundo Manes. También está Lilita Carrió. No se trata si es peronista o no, lo importante es que comparta nuestros valores y sea parte de Juntos por el Cambio.

-No mencionó a Emilio Monzó, con quien tuvo diferencias. ¿Quiere que compita dentro de la coalición?

-Eso lo va a decidir Juntos por el Cambio. No es una decisión que yo tome a nivel individual.

-Jorge Macri dijo que Monzó no está en el espacio. ¿Qué opina?

-Esa es la opinión de Jorge y la respeto. Lo que digo es que los que sean parte y compitan es una decisión de Juntos por el Cambio en su conjunto.

-Pide apertura al diálogo para acordar con el oficialismo, pero Macri dice que “la grieta” son valores. ¿Hay margen para pactar?

-Los valores no se negocian nunca, ni en la vida ni en la política. Podés dialogar y hacer acuerdos sin renunciar a tus valores. La mayor grieta es entre los políticos y la gente. Esa brecha es la que más me preocupa.

-¿Les molesta que a los moderados como usted les digan “tibios” desde un sector de Pro?

-Me sorprende porque si hay algo que yo nunca me consideré es tibia. Yo demostré con hechos que estaba dispuesta a ser firme. Lo demás, un tuit o un discurso, es fácil. Lo difícil es dar la pelea e irte a vivir a una base militar con tus hijos durante cuatro años. Así que no me siento tibia, para nada.

-¿Qué piensa del perfil que le dio Patricia Bullrich al Pro?

-Expresa una parte de Pro. Y está muy bien que la represente y diga lo que quiera decir. Lo bueno de este espacio es que es diverso.

-No comparte ese discurso combativo.

-No lo personalizo en ella porque me parecería injusto. No le quiero decir a los argentinos que tienen que esperar a que volvamos a gobernar para estar bien. Soy de las que creen que la política no puede de hacerse la distraída y tiene que tratar de llegar acuerdos concretos que le mejoren la vida a la gente.

Los diálogos con La Cámpora
-¿Cómo es su vínculo con Máximo Kirchner o Eduardo de Pedro?

-No sé por qué se puntualizó en ellos. Tengo diálogos con muchos referentes del Frente de Todos desde hace varios años. No es nuevo para mí. Y me parece normal. Lo anormal es que no hablemos.

-Como usted, Máximo y De Pedro son parte de una nueva generación política. ¿Tienen una menor tendencia a confrontar que Macri y Cristina?

-No sé si es generacional. Tiene que haber un grupo de dirigentes que no esté pensando en el corto plazo, en la chiquita, lo que van a ganar o perder, porque lo que enfrentamos es muy complejo. Tenemos problemas muy profundos que van a exigir acuerdos, pero también debates y desacuerdos. Eso es válido en democracia.

Hay dirigentes en Juntos por el Cambio -y espero que los haya dentro del Frente de Todos- que quieren seguir ese camino. Es el único posible.

-¿Con Máximo y De Pedro se puede hablar?

-Con todos se debe hablar, más que se puede. Por lo menos tenemos que internarlo, sobre todo, si tu prioridad es que los argentinos estén mejor o poner a la Argentina de pie.

-¿Y dialoga con Kicillof?

-En el último tiempo no. Hablamos en diciembre, cuando se trató el presupuesto.

-¿Le preocupa que pueda haber un estallido social en el conurbano?

-No, porque creo que todos somos responsables y estamos trabajando para que eso no suceda.

-¿Cree que Cristina Kirchner busca cerrar las investigaciones en su contra?

-Me gustaría que la vicepresidenta, más allá de que se llame de Cristina Kirchner, en un contexto como este, más que hablarnos a todos de sus causas judiciales, nos hable de los problemas que tenemos.

-¿Hubo excesos de la Justicia durante la gestión de Macri? Cristina Kirchner habla de lawfare

-No. Muchas de esas causas e investigaciones se iniciaron antes de que Mauricio fuera presidente, con lo cual es difícil pensar que pudo haber lawfare durante el mandato de Cristina Kirchner.

-¿Y las prisiones preventivas? Fueron durante la gestión de Macri

-Así como respeté las decisiones judiciales cuando éramos gobierno, también lo hago hoy. Le hace mal a la Justicia que la política la esté poniendo todo el tiempo en tela de juicio.

-¿Le sorprendió la denuncia de espionaje ilegal contra Macri? ¿Lo habló con el expresidente?

-Lo hablé en su momento. Me presenté como querellante y espero que la Justicia avance y determine quiénes fueron los responsables.

Fuente: La Nación

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