Luego de haber tenido a una nena en custodia judicial, la Justicia se las sacó y no le permite a esta pareja que puedan adoptarla.
Mariana Megias y Marcelo Ikonikoff son una pareja que desde 2015 forman parte de un programa de Acogimiento Familar de una organización no gubernamental. Si bien tienen cinco hijos, en 2017 se les dio la custodia judicial de Mimi, una beba que en ese entonces tenía solo un mes.
“Acompañamos su proceso, la guiamos y siempre le contamos la verdad. Pero creció, empezó a hablar y a decirnos que ella ya tenía una familia: que nosotros éramos su mamá y su papá. Por eso pedimos la adopción”, contó Megias.
A pesar de que la ley establece que el proceso de custodia no debe durar más de seis meses, la Justicia dejó a Mimi a su cargo por tres años. “Fruto del tiempo y la desidia judicial, el vínculo se construyó”, señaló la mujer.
En todo ese tiempo, la nena recibió dos visitas del Consejo de los Derechos del Niño, Niña y Adolescente de CABA, y cada tres meses los veía la ONG: “Esos informes fueron saludables y marcaban que la niña estaba bien y que nosotros éramos una buena familia”.
En noviembre del año pasado, a Mimi se le otorgó el estado de adoptabilidad, pero la pareja solicitó la guarda preadoptiva y presentó una medida cautelar para poder quedársela. Sin embargo, “todo eso se desestimó y negó. Nunca nos recibieron, (tampoco) a la niña, y en quince días decidieron su traslado a otra familia de acogimiento”, explicó Megias.
“Fue una maniobra espantosa, parecida a un secuestro, por parte de la ONG, pero avalada por todos los organismos intervinientes: el Consejo de CABA; el tutor; la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf); y la Defensoría de Nación”, apuntó ella. “Todos los organismos, con su silencio o su voz, avalaron la situación”.
Por otro lado, en diciembre de 2020, la pareja recibió una “sentencia desfavorable”: “No dieron el lugar a nuestro pedido, diciendo que éramos familia de acogimiento y la ley expresa claramente que no pueden pedir la adopción”, explicó Megias.
A partir de ese momento, no volvieron a ver a Mimi: “Nos bloquearon de los mails y los teléfonos de la ONG. Nos recibieron en el Consejo y en el Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos (RUAGA) para saber cómo está, les hablamos del trauma horroroso que pasó la nena, que podrían haber esperado, y solo nos dijeron que éramos los culpables porque se había generado un vínculo”.
Ante esto, la familia optó por llevar el caso a la Justicia y ahora esperan el fallo de la sala E de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil. Asimismo, hay jurisprudencia que sostiene el pedido de Mariana y Marcelo. Pero, mientras tanto, Mimi fue dada en adopción por la jueza Mónica Fernández.
Fuente: la100.cienradios.com