En una localidad de Formosa, mujeres embarazadas de una comunidad indígena se esconden de la policía para que no se lleven a sus bebés.
Los hechos están ocurriendo El Potrillo, ubicado al oeste de Formosa, a 700 kilómetros de la capital. Allí, embarazadas de comunidades aborígenes denuncian que se tienen que esconder en el monte para que luego de parir no se lleven a sus bebés.
Formosa y Gildo Insfrán están sin duda en el ojo de la tormenta durante los últimos días. Luego de escenas al menos polémicas que se vieron el año pasado durante la cuarentena, la provincia anunció el regreso a fase 1 y la resistencia de la población terminó con escenas de fuerte represión policial, incluso contra periodistas que fueron a cubrir el hecho.
En ese contexto y con las cientos de denuncias por distintos temas, una investigación periodística reveló una situación dramática y angustiante. El informe fue realizado por Telenoche y relata el miedo de un grupo de mujeres embarazadas.
Según comentaron a los micrófonos, estas mujeres se esconde en el monte para que efectivos policiales no las encuentren. Lo que sucede es que las lleven a centros de aislamiento, donde apuran el curso del embarazo mediante cesárea y las obligan a realizar 14 días de cuarentena. Durante todo ese trajín, tienen miedo de que no les regresen a sus bebés y no verlos más.
Esta denuncia nace desde el reclamo de autoridades municipales, quienes pusieron luz sobre estos acontecimientos. Aparentemente, hubo varios casos en El Potrillo de mujeres de comunidades a las que se les ofrecieron mejores condiciones para tener a sus hijos y finalmente fueron llevadas a centros de aislamiento y separados de ellos.
A pesar de evitar a los policías, las condiciones están lejos de ser las ideales. El lugar donde se esconden estas mujeres no tiene luz y hay escasez de agua, por lo que en el aspecto sanitario no se pueden otorgar muchas garantías al momento de parir.
Fuente: la100.cienradios.com