Personas con discapacidad piden que los prioricen al vacunar contra el coronavirus

Personas con discapacidad piden que los prioricen al vacunar contra el coronavirus
23 Febrero, 2021 a las 09:06 hs.

Las asociaciones que los nuclean reclaman que se inmunice, en especial, a quienes tienen comorbilidades.

En medio del escándalo por la “vacunación vip” –que derivó en el pedido de renuncia del ahora exministro de Salud, Ginés González García- un colectivo sigue reclamando ser priorizado en la inmunización contra el coronavirus. Son las personas con discapacidad.

“Como adulto mayor con todas las comorbilidades y como mamá (de una chica con discapacidad) me parece un horror”, opina sobre la vacunación de privilegio -que este fin de semana salió a la luz- la presidenta de la Federación de Entidades Pro Atención a las Personas con Discapacidad Intelectual (FENDIM), Julieta Blayer.

“Respecto a las personas con discapacidad no consideradas en ningún lado para vacunar, es más de lo mismo”, continúa Blayer. Es que este colectivo no está mencionado en los ítems del plan nacional de vacunación contra el Covid-19.

En el cronograma oficial, el orden de aplicación de las vacunas fue dividido en siete grupos que se consideran prioritarios: personal de salud, mayores de 70 y quienes viven en geriátricos, mayores de 60, personal de seguridad, adultos con factores de riesgo, personal docente, y “otras poblaciones estratégicas”.

Las personas con síndrome de Down mayores de 40 años tienen más riesgo de mortalidad por coronavirus. Foto Shutterstock.

“Esperábamos que los hogares que alojan personas con discapacidad estuvieran incluidos -tanto los residentes como el personal- dentro del plan de los geriátricos”, dice Blayer. Pero no pasó. Nadie se contactó con FENDIM -que nuclea a 25 asociaciones- ni con ningún hogar del que ella tenga conocimiento.

Apenada. Así dice sentirse Blayer. Una angustia que se amplifica porque las personas con discapacidad -según ella- no están encuadradas dentro de ningún discurso del Gobierno, tanto nacional como porteño.

Actualmente hay 1.372.100 argentinos con Certificado Único de Discapacidad (CUD) vigente. Ese es el dato oficial. Además, Blayer calcula que hay otro tanto sin CUD, por no poder sacarlo, en especial en el interior del país, por razones de movilidad.

“Las personas con discapacidad están experimentando exclusión, discriminación y negligencia durante la respuesta a la pandemia”, opina Ailén Lanzamidad, coordinadora de la Fundación Medihome, que trabaja por la inclusión plena de este colectivo.

En el plan oficial, el orden de aplicación de las vacunas fue dividido en siete grupos. Foto Juano Tesone.

“El riesgo es principalmente producido por la discriminación estructural, debido a las barreras de accesibilidad a la información y servicios sobre salud, atención médica, higiene, autonomía, alimentación, educación en línea y protección contra la violencia, entre otros”, completa Lanzamidad.

En términos sanitarios, ellos no forman parte de los llamados “grupos de riesgo” del coronavirus, que incluyen a los mayores de 60, quienes tienen enfermedades respiratorias o cardiovasculares, y los que padecen diabetes.

“La población de personas con discapacidad no constituye, por sí misma, un grupo de mayor riesgo para padecer complicaciones por Covid-19”, explica el doctor Eduardo Silvestre, divulgador científico del Grupo Medihome.

Por ejemplo –agrega Silvestre- en el caso de niños y adolescentes con discapacidad, la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) y el Ministerio de Salud aconsejaron que retomen la actividad escolar presencial, siempre y cuando no presenten algún tipo de comorbilidad que lo contraindique.

Las personas con diabetes están dentro de los grupos de riesgo del coronavirus. Foto Shutterstock.

Ante la consulta de si estas personas deberían ser vacunadas primero, el médico responde: “Solo aquellas que presenten una o más de las comorbilidades contempladas en la disposición del Ministerio de Salud, como Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), asma bronquial no controlado, insuficiencia cardíaca, renal o hepática, diabetes, entre otros”.

“La oportunidad de la vacunación estará determinada por las comorbilidades, si las hubiera”, subraya el médico.

Justamente, la comorbilidad es el puntapié del reclamo de varias asociaciones. Dicen que la mayorías de las personas con discapacidad en algún momento presentan enfermedades asociadas. Por ejemplo, el sedentarismo los lleva a la diabetes o a tener problemas respiratorios.

“Solicitamos que se le dé prioridad a las personas con discapacidad dentro del plan estratégico para la vacunación contra el Covid-19. Muchos jóvenes tienen comorbilidades que los constituyen en grupo de riesgo”, indicó en un comunicado la Fundación Paso a Paso, que brinda programas para jóvenes y adultos con discapacidad intelectual.

Para Florencia Braga Menéndez, copresidenta de la Alianza Argentina de Pacientes (ALAPA), el tema debe abordarse teniendo en cuenta la patología que origina cada discapacidad.

A algunas personas con discapacidad se les dificulta seguir las pautas de higiene, el distanciamiento social y el uso de barbijo. Foto Shutterstock.

“No es lo mismo ser ciego por un traumatismo de cráneo que por un Síndrome de Vogt Koyanagi Harada, que es una enfermedad autoinmune inflamatoria que hace que esa persona ciega sea realmente una persona de altísimo riesgo en relación al contagio con Covid-19”, sostiene.

Desde ALAPA trabajan con las Enfermedades Poco Frecuentes (EPOF), que afectan al 9% de la población mundial, unas 693 millones de personas. Eso significa que en Argentina unas 4 millones de personas padecen una EPOF. Y el 90% de las EPOF son altamente discapacitantes.

Para Daniel Ramos, presidente del Consejo Argentino para la Inclusión de las Personas con Discapacidad (CAIDIS), este colectivo al que define “de alta vulnerabilidad” debería ser priorizado dentro del plan de vacunación.

“En muchos casos la discapacidad viene asociada a una enfermedad de base y en otros no. Y debe contemplarse esa diferencia”, sostiene Ramos.

Alertan por la discriminación estructural debido a las barreras a los servicios de salud. Foto Xinhua.

En otros casos -continúa- las personas tienen dificultad para mantener el autocuidado. Por ejemplo, en la discapacidad intelectual o en condición de autismo es complicado seguir las pautas de higiene, el distanciamiento físico, y el uso de barbijo.

Ramos comparte dos ejemplos. En España, el Centro de Regulación Genómica de Cataluña informó que las personas con síndrome de Down mayores de 40 años o con comorbilidades importantes tienen un riesgo de mortalidad por coronavirus 10 veces mayor.

Mientras que, en nuestro país, la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) indica que la tasa de letalidad por Covid-19 entre el colectivo de personas con discapacidad es del 7%, aproximadamente. Tres veces superior que el registrado por la población en general.

Clarín se comunicó con la ANDIS para consultarle cuándo serán vacunadas las personas con discapacidad. Pero, hasta el momento, no obtuvo respuesta.

Fuente: clarin.com

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