La noticia llegó en la tarde de este lunes y generó estupor, a tres días de que todo el país hubiera realizado distintos homenajes por su cumpleaños 60: el entorno de Diego Maradona decidió su internación en un centro asistencial de La Plata luego de una situación que se generó este lunes por la mañana.
La decisión de su gente más cercana no tiene que ver con un cuadro vinculado al coronavirus ni con alguna patología en particular. La idea es controlar durante unos días el estado anímico de Diego, afectado especialmente por la situación de pandemia desde hace unos meses.
Maradona había tenido su última aparición pública en La Plata el viernes pasado, día de su cumpleaños, cuando Gimnasia goleó 3-0 a Patronato por la primera fecha de la Copa de la Liga Profesional.
Más allá de la situación festiva por su cumpleaños y de los diferentes saludos que recibió, las imágenes de televisión no mostraron a Diego con su alegría habitual en una cancha de fútbol.
Después de unos días de mucho compromiso emocional, Maradona se había despertado este lunes con mal estado de ánimo, manifestando que tenía dolor de estómago y sin voluntad de comer. Su abogado, Matías Morla, trató de que modificara su actitud, pero no lo logró.
Morla decidió entonces pedir la intervención de Leopoldo Luque, su médico. Después de una charla con Diego, el doctor decidió que lo más prudente en estos días era decidir su internación. Y por la tarde fue trasladado al Sanatorio Ipensa, de La Plata.
Según había dejado trascender su entorno en los últimos días, Diego había estado en los últimos días muy movilizado por la cercanía de su cumpleaños 60. Y los vaivenes y distanciamientos en su familia -su gran objetivo para el 30 de octubre era juntar a todos sus hijos, algo que por diferentes motivos resultaba imposible- lo llevaron a momentos de tristeza de los que no alcanzaron a rescatarlo los afectuosos mensajes que recibió de sus hijas y de muchas personas alrededor del mundo.
Otra situación que había afectado de manera muy fuerte al técnico de Gimnasia en los últimos días fue la muerte de su cuñado, Raúl Machuca, con un cuadro de coronavirus. El marido de su hermana Kity, de 77 años, falleció en agosto luego de haber estado internado 20 días. Y la noticia golpeó a Diego de una manera muy especial.
El viernes pasado también habían sido notorios los problemas de Maradona para desplazarse en el estadio. Algo que se debería, según sus colaboradores, a las dificultades que todavía le genera la prótesis en una de sus rodillas, a la que todavía no se termina de adaptar.
Fuente: Clarín.