Madre coraje: se recibió de abogada tras el crimen de su hijo y desentrañó una red narco con protección policial

Madre coraje: se recibió de abogada tras el crimen de su hijo y desentrañó una red narco con protección policial
28 Octubre, 2020 a las 14:29 hs.

Nicolás Sabena (21) desapareció en 2008 en Río Cuarto (Córdoba). Su madre, Rosa (59), será querellante en el juicio contra una suboficial.

-Hola Pepe, la Nancy te habla.

-¿Qué Nancy?

-La Nancy Salinas, de la Policía. Te habla la Nancy de acá, de Investigaciones, Pepe.

​-Sí, hija.

-La ropa esa ¿sabés qué? Tenela ahí y mañana a la mañana me la alcanzas, ¿sabés​?

-Bueno.​

-Yo ya hablé con la doctora y todo, vos no te hagas problema.

-Bueno, mamita.​

El diálogo -tomado de una escucha judicial- ocurrió el 3 de noviembre de 2008 y tuvo como protagonistas a la suboficial de la Policía de Córdoba Nancy Salinas y a un personaje conocido de Río Cuarto, Córdoba: José “Pepe” Vargas Parra.

En principio podría parecer una charla sin demasiado interés, pero en realidad remite a una historia de narcos, crimen y corrupción que ya lleva 12 años y en los próximos días tendrá su segundo juicio oral a cargo de la Cámara Primera del Crimen de Río Cuarto.

Por lo que esconde esa conversación, “Pepe” Vargas Parra fue condenado a 18 años de prisión en 2014 por el delito de privación ilegítima de la libertad coactiva calificada por la participación de tres o más personas. Sus dos hijos (Lucía “Cori” Vargas Flores y José “Yaca” Vargas Flores) recibieron penas de 17 y 16 años.

Ahora la policía Salinas está a punto de ser juzgada por “encubrimiento agravado”, delito que tiene una pena de hasta seis años de prisión.

La llamada ocurrió un mes y medio después de la desaparición de Nicolás Sabena, un joven de 21 años con un leve retraso madurativo que frecuentaba a los Vargas. Y tiene directa relación con ese episodio, sólo aclarado en parte, porque del chico nunca se supo más nada.

​La última vez que lo vieron, el 14 de septiembre de 2008, Nicolás estaba en lo de los Vargas. Por eso su madre, Rosa Sabena (59), quería que “Pepe” Vargas Parra le devolviera algo de ropa que tenía de su hijo a quien, se sospecha, querían enrollar como dealer de drogas y terminaron asesinando.

​En la conversación con la cabo -prueba fundamental del juico oral contra ella- se nota que “Pepe” no quería saber nada con acercarse a Rosa, que lo acusaba de haberle hecho algo a Nicolás. Por eso Salinas se ofrece a hacer de intermediaria.

Lo grave es que Salinas pertenecía al área de Investigaciones y era una de las principales encargadas de establecer qué había pasado con Nicolás.

“Pese a estar procesada y elevada a juicio, Salinas continúa en actividad. Puede manejar a los testigos y entorpecer la causa. Es una vergüenza. Incluso en estos años ascendió de cabo a sargento”, contó a Clarín Rosa Sabena, quien impulsó el caso de “encubrimiento” con una denuncia presentada en 2012.

“Fue cuando descubrí que una de las investigadoras se comunicaba telefónicamente con el principal sospechoso de la desaparición de mi hijo, el famoso Pepe Vargas. Ahí comencé a analizar muchas cosas raras que había notado”, agregó Rosa, y contó un episodio singular.

“A las pocas horas de haber desaparecido Nicolás, lo detienen a Pepe Vargas, que estaba tan nervioso que se defecó encima. Lo llevan a una comisaría y esta policía Salinas se hace presente con un comisario y lo hacen liberar. El tipo se había intentado escapar de un control y después se resistió. Yo tenía el enemigo dentro de la División Investigaciones”, sintetizó Rosa a Clarín.

Por aquellas épocas ella se había sentido muy contenida por Salinas: “Le contaba todo lo que iba a hacer y ella avisaba de todos los procedimientos a los Vargas y todos daban negativo”.

Cuando se dio cuenta que la investigación no avanzaba, Rosa decidió tomar el tema en sus manos. “En el 2010 descubrió que los policías que estaban encargados de investigar, en realidad, estaban encubriendo. Los abogados mucho no hacían, así que decidí que tenía que ser yo la única que podía hacer esto”, recordó Rosa.

“Me puse a estudiar Derecho, me recibí de abogada, arranque en 2011 y me recibí en febrero de 2016. Yo me recibi únicamente parta llevar adelante los juicios contra los culpables de la desaparición de Nicolás, pero terminé trabajando de abogada, cosa que nunca hubiera imaginado”, detalló Sabena, que fue abogada querellante en el juicio contra los Vargas y ahora lo será en el juicio contra la policía Salinas.

El debate oral iba a arrancar este miércoles, pero se postergó porque el marido de la policía dio positivo de Covid-19. Será presencial y se plantea como muy corto. Tal vez termine en el mismo día. Sin embargo, el capítulo “encubrimiento” no se cierra con Salinas.

Ya elevado a juicio está el comisario Gustavo Oyarzábal, que fue pasado a disponibilidad el 31 de enero de 2019. Oyarzábal no cayó por el caso de Nicolás Sabena, aunque Rosa lo acusó formalmente en 2011.

El policía, jefe de Investigaciones de Río Cuarto, fue preso por encubrir el crimen de Claudio Torres (43), un narco de esa ciudad asesinado por sicarios el 16 de de 2019. Oyarzábal era íntimo de Gabriel Bossi, mano derecha de Torres y marido de Lucía “Cory” Vargas.

Como dice el dicho: pueblo chico…

Fuente: clarin.com

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