Pablo Riquel dijo que “su hija va a descansar en paz” y le “agradeció” el apoyo a sus vecinos.
El padre de Abigail, la nena de 9 años que fue encontrada asesinada en un descampado de Tucumán, aseguró anoche que su “hija va a descansar en paz sabiendo que el culpable ha pagado por lo que ha hecho”. Así se expresó Pablo Riquel después de enterarse que un grupo de vecinos había asesinado a golpes y machetazos al principal sospechoso por el femicidio.
Frente a la comisaría 12, donde este miércoles llevaron el cuerpo del femicida, Riquel “agradeció” a todos los vecinos por el apoyo que recibió en este difícil momento y pidió además “un poco de seguridad para el barrio” porque todos “tienen familia, tienen hijos”.
“Perdí una parte de mí, no tengo consuelo. Por más que haya muerto o que pague en la cárcel, no tengo consuelo”, se lamentó el hombre en diálogo con los medios locales. En medio del dolor irreparable, sin embargo, destacó: “Pero ella va a estar un poco más tranquila”.
A José Antonio Guaymás, alias “Culón”, todos lo buscaban desde el domingo, cuando se encontró el cuerpo de Abigail y un testigo aseguró haberlo visto más temprano llevando de la mano a la nena en dirección al descampado donde la mataron. Pero no lo encontró la policía, sino un grupo enfurecido de vecinos que lo golpeó hasta matarlo.
Si bien no está confirmado científicamente que se trata del presunto femicida – todavía se deben cotejar las muestras de ADN halladas en el cuerpo de la nena-, el secretario de Seguridad de la Provincia, Luis Ibáñez, aseguró que las características físicas del sujeto muerto a golpes coinciden con las del hombre al que perseguían hace 72 horas.
De acuerdo al relato del funcionario, los primeros tres efectivos en llegar al lugar apenas atinaron “a resguardar el cuerpo que lo tenían con una soga al cuello, maniatado todo” en medio de una turba enfurecida. La autopsia será fundamental para determinar si Guaymás murió en el lugar o a bordo del patrullero.
Guaymás había salido hace menos de diez días de la cárcel y contaba con numerosos antecedentes, entre ellos al menos diez intentos de robo. “Tuvimos que hacer justicia por mano propia y les advertimos a los que ataquen a nuestro niños que les pasará lo mismo”, aseguró uno de los agresores a la prensa al justificar el linchamiento por el que, hasta el momento, no hay detenidos.
